La historia explica las peripecias de una caperucita adolescente que no se da cuenta de los peligros que esconde el bosque, con la intervención de un lobo cubano que se considera diferente y que procede de una familia desestructurada y una abuela con mucho sentido del humor.
Un espectáculo con un crítica directa al tiempo que perdemos en las nuevas tecnologías, la pérdida de la comunicación real y con un debate sobre si perdonar o no al lobo. La versión respeta la magia del cuento original, pero tiene un toque de humor divertido y cercano pensado para que lo disfrute el público familiar.
A partir de 4 años.