La patria de The Limboos es el baile, el sudor y la adrenalina. Madrileños de adopción e hijos del rock & roll de los 50, el quinteto presenta un disco de clara influencia latina. 'Limbootica' es uno de esos elepés que no te dejan parar quieto.
Vuestra aparición, hace tres años, fue una sorpresa...
Desde que hicimos nuestro primer concierto siempre hemos tenido una respuesta muy positiva del público, esto es básico para que el grupo no haya parado de crecer. Estamos muy agradecidos y nos entran todavía más ganas de fiesta. ¡Que el ritmo no pare!
¿Dónde habéis querido llegar con 'Limbootica'?
Lo único que nos planteábamos cuando grabamos el disco era dar un paso adelante. Las ideas salieron luego, de manera natural. Hubo un trabajo muy minucioso a la hora de arreglar las canciones y un cambio de formación, con en Dani Niño al saxo barítono y Santiago Sacristán al contrabajo. Pensamos que la amalgama sonora ha crecido.
¿Hay mucha investigación musical en vuestros discos?
Sin ser unos locos de la investigación, somos de ir cogiendo ideas de discos que nos llegan de todo tipo. Un ritmo de aquí, un arreglo de allá... Haciendo 'Limbootica' nos ha llegado la inspiración escuchando incluso a Peret.
Sois un grupo de bailar que canta en inglés. ¿Hasta qué punto dáis importancia a los textos?
Las letras son una parte más de la canción, pero nunca sacrificaríamos una melodía para decir algo concreto. Preferimos escuchar autores como Nick Drake, Cohen y Silvio Rodríguez en la furgoneta.
¿Os encontráis con el tópico que la vuestra es una banda más de directo que de disco?
La gente suele marcharse contenta de los conciertos y muchos compran el disco. Eso sí, el directo es una experiencia del momento: no hay dos iguales.
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