Ópera y más allá: la nueva temporada de ensueño del Gran Teatre del Liceu

Grandes producciones de obras clave del repertorio, estrellas internacionales, ballets espectaculares y una propuesta general vanguardista e inclusiva: el Liceu quiere llevarnos a vivir en un mundo maravilloso
 REQUIEM   de Mozart,
Pascal Victor
Time Out en colaboración con Gran Teatre del Liceu
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Desde la llegada de Víctor García de Gomar a la dirección artística del Gran Teatre del Liceu, la propuesta artística de esta institución centenaria ha dado un importante salto adelante. Por supuesto, la ópera es el eje vertebrador de la propuesta del teatro, en busca constante de la excelencia a todos los niveles –una suma de voces admirables, orquesta de prestigio y producciones principales del circuito internacional tanto en ópera como en danza–, pero hay mucho más en el Liceu: hay que añadir un programa complementario –más que paralelo– de música sinfónica, una conexión íntima con artes como la poesía, las expresiones plásticas y los lenguajes multimedia contemporáneos, así como una eficiente propuesta inclusiva que busca acercar todas estas maravillas al público joven e infantil, y al general que aún no ha encontrado la oportunidad de sumergirse en este mundo de emociones. En definitiva, hay un plan general que se traduce en el lema que resume toda la próxima temporada 2024-2025: persiguiendo un sueño.

Este sueño se resume en una propuesta que incluye seis nuevas producciones operísticas lideradas por el Liceu (tres de las cuales son estrenos absolutos), cuatro producciones recuperadas de otros teatros, cuatro óperas en versión concierto, tres ballets y un buen número de conciertos, recitales, propuestas híbridas entre música y arte en el espacio del Liceu de les Arts y muchas otras actividades que pasamos a explicaros a continuación. El sueño del Liceu continúa, y ahora es vuestro turno para haceros con él y culminarlo.

1. Estrenos y coproducciones

Una de las funciones principales de un teatro de primer nivel internacional como el Liceu es la de mantener vivo el repertorio operístico y ampliarlo, y en ese aspecto tiene una gran importancia la financiación de nuevas producciones y el encargo de obras. En esta temporada podremos asistir al estreno en Barcelona de seis títulos importantes (o absolutamente nuevos) en versiones escénicas diseñadas para la ocasión. El comienzo de la temporada será con la revisión que ha hecho Àlex Ollé, director de escena residente en el Liceu por tercer año consecutivo, de una de las óperas más conflictivas y escalofriantes del siglo XX, Lady Macbeth de Mtsensk, de Dmitri Shostakovich, que levantará el telón el 25 de septiembre. El Liceu también ha impulsado una nueva versión a partir de marzo de Lohengrin, de Richard Wagner, con la dirección de escena de Katharina Wagner –bisnieta del compositor y actual directora artística del festival de Bayreuth–, y el estreno absoluto en julio de Benjamin en Portbou, una ópera contemporánea escrita por Antoni Ros-Marbá. Además, llegarán al teatro tres coproducciones de títulos como el cuento de hadas Rusalka (Antonin Dvorák, con dirección escénica de Christof Loy, en junio), La sonnambula (Vincenzo Bellini, bajo la mirada de Bárbara Lluch, a partir de abril) y Giulio Cesare in Egitto (Händel, bajo la lupa de Calixto Bieito, en mayo).

2. Otras producciones de ópera

La mirada contemporánea sobre la ópera, con el intento de encontrar nuevas lecturas y significados en los títulos más importantes del repertorio histórico, se amplía con la recuperación de varias producciones, algunas de las cuales ya vistas en el Liceu, y que vale la pena recuperar. Por ejemplo, en diciembre volverá la versión de Madama Butterfly (Giacomo Puccini) de Moshe Leiser y Patrice Caurier que plantea la historia como una crítica al turismo sexual, o en enero la inteligente versión de La traviata (Giuseppe Verdi) del director escocés David McVicar, que profundiza en los aspectos mórbidos (y morbosos) de la tragedia de Violetta Valéry. También habrá fechas para retomar en noviembre La forza del destino, de Verdi, en la producción de Jean-Claude Auvray, y para conocer, a partir de febrero, una interesante versión del Réquiem de Mozart, una pieza religiosa nunca pensada para la escena, pero que contará con una interpretación simbólica de la gran figura vanguardista de las artes escénicas actuales, Romeo Castellucci.

3. Óperas en versión concierto

La tercera vía de la programación operística son las adaptaciones semiescenificadas o en versión concierto, entre las cuales habrá cuatro en esta temporada. La última, en julio, el cierre espectacular del sueño de este año, será West Side Story (Leonard Bernstein), bajo la batuta del maestro venezolano Gustavo Dudamel. Antes, pasarán por el escenario del Liceu operetas populares como Die Fledermaus (Johan Strauss, 18 de diciembre, dirigida por Marc Minkowski), una obra de juventud de Mozart (Idomeneo, 29 de enero, bajo la dirección de René Jacobs) y una rareza barroca del compositor de origen catalán Domènec Terradellas, La Merope, el 20 de febrero, que descubriremos bajo la batuta de Francesco Corti.

4. Grandes estrellas internacionales

Todas estas óperas estarán lideradas por importantes directores de escena y, por supuesto, también por grandes figuras del canto y la dirección musical. La programación de este año se parece más a una galaxia que a una constelación, pues la acumulación de estrellas resulta extraordinaria. La principal figura individual será la soprano Nadine Sierra, que cantará en las producciones de La sonnambula, La traviata y el concierto de West Side Story, así como en una gala junto a Pretty Yende. Otras divas fundamentales del momento, en las representaciones de ópera, serán la emergente Asmik Grigorian (en Rusalka), Julie Fuchs (Giulio Cesare, en el papel de Cleopatra), Anna Prohaska (voz de soprano en el Réquiem de Mozart) y un trío espectacular en Madama Butterfly formado por Sonya Yoncheva, Saioa Hernández y Aylin Pérez. Entre las estrellas masculinas destacan el tenor polaco Piotr Beczala (Rusalka), el mexicano Javier Camarena, que abordará el papel de Alfredo en La traviata, o el contratenor barcelonés Xavier Sabata, que defenderá el rol principal en Giulio Cesare.

5. Conciertos y recitales

La programación musical se desdobla también en los recitales y los conciertos sinfónicos que completan la oferta, y que este año nos trae la continuación de proyectos en marcha –como la cuarta entrega del ciclo Universo Mahler, en el que el maestro titular de la orquesta del Liceu, Josep Pons, dirige las sinfonías del compositor austriaco, con turno ahora para la Sexta– o galas líricas como las que liderarán dúos de ensueño como los formados por las sopranos Nadine Sierra y Pretty Yende, el barítono Matias Goerne y la soprano Lise Davidsen –que incluirá en su repertorio su primera interpretación mundial de la esencial muerte de Isolda, de Wagner–, o el recital que propondrán dos de las voces más queridas del Liceu, la soprano americana Sondra Radvanovsky y el tenor polaco Piotr Beczala. También habrá dos recitales individuales de altísimo atractivo: los de la soprano albanesa Ermonela Jaho y la mezzo letona Erina Garanča.

6. Temporada de danza

La programación de ballet contará con tres títulos esta temporada, de estilo y carácter muy variados, pero unidos por la ambición por desarrollar nuevos lenguajes escénicos a partir de la integración de música, escenografía y movimiento. El primer será Afanador, en octubre, una propuesta del Ballet Nacional de España que parte del flamenco y lo conecta con la mirada del fotógrafo colombiano Ruvén Afanador, bajo el concepto global de Marcos Morau. El segundo ballet, en marzo, será una recuperación de dos títulos del siglo XVIII del gran reformador del clasicismo, C.W. Gluck: Semíramis y Don Juan, dos obras unidas por el talento del compositor y la mirada actual de los coreógrafos Ángel Rodríguez y Edward Clug, que trabajarán con el Ballet du Capitoile de Toulouse y el director musical Jordi Savall. Finalmente, en junio, el ballet de la ópera de Gotteborg presentará Hammer, un ballet actual con música de Mikael Karlsson y coreografía de Alexander Ekman.

7. Liceu de les Arts: miradas multidisciplinares

El Liceu de las Arts es una forma de ampliar el espectro artístico de la propuesta del teatro: un espacio en el que diferentes creadores –del mundo de las artes pictóricas, la fotografía, el diseño gráfico, la poesía o el audiovisual– dialogan con la música y la ópera. Este año, las colaboraciones más destacas son con el fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado, que aborda la música de Heitor Villalobos y Philip Glass en el espectáculo Amazônia (noviembre), y con William Kentridge, el director de escena sudafricano que, en Oh to believe in another world (octubre) presentará una versión escénica de la Décima sinfonía de Dmtri Shostakovich. Finalmente, en marzo, el artista visual Gerhard Richter, conectará los mundos líricos de dos grandes románticos, Franz Schubert y Robert Schumann, en el espectáculo Dichterliebe.

8. Liceu para todos

Un teatro de ópera tiene que satisfacer a su público, a sus abonados, a los aficionados casuales que van a obras específicas pero que no siguen toda la temporada, pero también tiene una responsabilidad con el futuro: debe ser un espacio para formar a las próximas generaciones que mantengan vivo y relevante este arte. Dos iniciativas del Liceu, ya plenamente consolidadas, dan la medida del compromiso de la institución con la educación, la formación y la accesibilidad. Por un lado, el Petit Liceu, una programación para público infantil y adolescente con una estrecha colaboración con escuelas de toda Cataluña, que vuelve a apostar por sus títulos emblemáticos, como La cuina de Rossini, El conte de Nadal, Trencanous Jazz o la nueva obra La torre dels somnis. Por otro lado, está la iniciativa LiceuUnder35, sesiones especiales para público menor de 35 años –con precio reducido de las entradas– que este año se concentrarán en Lady Macbeth de Mtsensk, Afanador, Oh to believe in another world, Madama Butterfly, La sonnambula y el Réquiem, en este caso con un concierto único y especial en la basílica de la Sagrada Familia, el 17 de febrero. También se extiende una temporada más la iniciativa Òpera entre Generacions, que ofrece entradas dobles a precios asequibles para dos miembros de la familia de diferentes edades, para que el público veterano facilite el acceso a la ópera a los más jóvenes. Este año, la ópera elegida para este intercambio será Rusalka.

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