¿Como si hubiera sido padre, por ejemplo? La verdad es que nada de eso. Pero sí he visto una evolución en mi carrera. Cuando llegué a Madrid hace tres o cuatro años todo cambió: cuando empecé a trabajar con El Volcán empecé a interactuar con un tipo de artistas con los que antes no lo había hecho, artistas del flamenco, por ejemplo. Conocí una gente diferente de la de eso que tiene un nombre tan feo, el indie, y fue un punto de fuga. Hubo muchas oportunidades de hacer conciertos, y me propuse que fueran más divertidos. Esta evolución aún continúa. Pero no ha habido ningún momento que haya marcado un antes y un después. Y vaya, siempre ha habido una evolución, ya desde 'Escuela de zebras' (2008), que sigue, que busca el cambio. En cada disco ha habido un volantazo. Y eso se mantiene.
Uno de los volantazos más radicales fue el de 'Nuevo ritmo' (2011), en el que te adelantaste al interés por las músicas latinas.
Se avanzó menos de un año, pero en cuanto a las reacciones aquel disco fue una patada en los huevos. Después la música latina no sólo se consolidaría en el 'underground', con la cumbia, también lo haría en el 'mainstream'.
Parece el estribillo de 'Música para adultos', del nuevo álbum: "Música para adultos que no puedes comprender como yo antes no podía comprender".
Cuando haces trabajos creativos tienes que contar con eso: puedes avanzarte y ahora puede quedar muy bien decirlo en la entrevista, pero en su momento fue una buena hostia.
Dejó muy claro que, siendo un músico prolífico (has hecho ocho discos en poco menos de diez años), estabas decidido a no hacer siempre lo mismo.
Hay gente que dice que abordo estilos que no están bien vistos, la música latina en ese momento, después el bakalao... Pero eso no es verdad, no soy un friki cacofónico que busca las disonancias, aunque a veces lo he hecho. En ese momento simplemente me gustaba: con Sergio [Pérez, de Svper] escuchábamos mucha cumbia, nos encantaba, y el disco lo hicimos casi a medias. Al bakalao [en 'Baile de magos' (2013)] también quise hacerle una especie de homenaje. Son músicas que me gustan. La verdad es que yo me aburro haciendo la misma música y la misma canción. Buscar otros estilos es una manera de intentar no aburrirme.