Pequeño movimiento sísmico, o cambio de tonalidad, si queréis llamarlo así, en la escena del jazz barcelonés: la sala Jamboree renueva su oferta mediante un cambio de programación. Y de programador. El director artístico de la nueva etapa del pulmón negro de la plaza Reial es el periodista especializado en jazz Pere Pons. La intención de Pons es que Jamboree sea "una casa de acogida para todos los creadores con propuestas de calidad". La gran novedad es que Jamboree ensancha su oferta al teatro, la literatura y la danza, "siempre que el jazz sea su común denominador".
Para romper la inercia antes de empezar a desgranar las ofertas del sótano musical, Pons quiere dejar bien claro que su cargo de nuevo programador no significa que Mas i Mas, la promotora propietaria de la sala, esté descontenta con el trabajo de sus predecesores, Judith Llimós y Pierre Bechet. "Sencillamente los Mas consideraban que había una inercia en la programación de la sala, y quería hacer un cambio ", aclara. Cuando le propusieron conducir el rumbo del submarino del jazz, recibió carta blanca y "el encargo de ir hasta el tuétano en lugar de hacer modificaciones".
Esto se ha traducido en una sesión de cine mensual dedicada al jazz, un hecho muy coherente "porque jazz y cine han ido siempre de la mano desde el principio". Podrá ser un film de ficción o un documental de la nueva escena jazz o de artistas históricos. Y se proyectarán el domingo a las 21.55 h.
Dos domingos al mes, primero y segundo, avanzan los horarios de las actuaciones musicales para ofrecer sesiones de baile swing con banda incluida, de seis de la tarde a once de la noche, y después DJ. Una sesión maratoniana para todos aquellos que quieran desgastar la suela de sus zapatos. En términos de música en vivo, Pons apunta que la sala apostará por "todo lo que sean músicas creativas derivadas de lo negro, pero también acogeremos canción de autor que tenga un toque muy personal".
Ante la objeción de que esta es una obertura muy controlada, acotada a los gustos de los jamboreeans de pro, Pons protesta: "De momento no haremos punk-rock, pero no cerramos la puerta a ningún radicalismo". Por dinero quizá no podrán traer a John Zorn, pero seguramente actuará el saxofonista de Morphine, y el genio Robin Williamson de The Incredible String Band, que abrió la puerta del folk británico a la psicodelia.
Este ha sido un inicio de año movido en Mas i Mas: la promotora acaba de anunciar que recupera la marca de su segunda sala, La Boîte, cerrada en 2004. La Boîte Barcelona, en la Rambla 33, ocupa el espacio del clásico de la mala vida Tabú y abrirá a mediados de marzo. Tendrá orientación de discoteca pura y es una apuesta muy fuerte de la casa: Mas i Mas ha adquirido el inmueble.
