La última vez que Antony Hegarty cantó en Barcelona lo hizo entre las musas del Palau de la Música para presentar 'The crying light' (2009), su tercer álbum y el que seguía a 'I am a bird now' (2005), que fue el que dio a conocer a todo el mundo su prodigiosa voz sin sexo.
Ahora Antony vuelve en la primera edición del Festival Jardins de Pedralbes, pero no lo hace para defender 'Swanlights' (2010), el último disco que ha publicado, sino que viene con 'She's so blue', un espectáculo de versiones casi inédito: será la segunda vez que se representa después de estrenarse en París. "El 80 % del show son versiones de las canciones que más me gustan del mundo -explica Antony desde Nueva York- pero también cantaré algunas mías. La mayoría son canciones de amor".
Como la primera vez
El repertorio lo formarán temas que Antony ya ha cantado antes, como 'Candy says', de The Velvet Underground, o 'If it be your will', con el que participó en el tributo a Leonard Cohen 'I'm your man' (2006). Será el director musical de este documental, Steve Bernstein -colaborador de Lou Reed y en un par de discos de Antony Hegarty-, quien liderará el septeto de músicos de jazz que acompañará al cantante en Pedralbes.
"Hemos trabajado durante mucho tiempo en los arreglos para que transmitan una emoción honesta -explica Antony-. Son canciones con las que emocionalmente conecto mucho, con las que he caminado", y que le servirán para homenajear a Marianne Faithfull, Gloria Gaynor, Billie Holiday, la cantante de folk inglesa Shirley Collins y al jazzman con voz de contralto Jimmy Scott, con quien no es raro que Antony se sienta identificado.
El peso de las versiones en el repertorio de 'She's so blue' es el que ha hecho que el británico decidiera ponerle el mismo título que el primer concierto que hizo en Nueva York, que era el de una canción que compuso de adolescente.
Apropiación liberadora
"Lo que me interesa cuando hago versiones -continúa- es la posibilidad de llevarlas hacia mi mitología. Encontrar un sentido exclusivamente personal a las letras, aunque quien las compuso les diera un significado diferente".
También le resulta liberador. "Cuando trabajo con mis canciones tengo que afrontar demasiadas ideas preconcebidas sobre lo que pueden significar. Pero con las versiones, la libertad de interpretación del sentido es enorme, hecho que como intérprete puede ser muy estimulante".