Círculo Ecuestre
© Irene FernándezBad Gyal
© Irene Fernández

Bad Gyal: "Mi música no es políticamente comprometida, me la suda"

La 'deejay' y MC catalana desafía los códigos sexistas del dancehall y el trap con versos poderosos y movimiento de culo. Y pasa de banderas

Publicidad

"Por el barrio se sabe qué 'pussy' es el que manda", canta Bad Gyal en 'Pai', adaptación del 'Work' de Rihanna. El barrio es en Vilassar de Mar, donde nació en 1997, y el 'pussy' es ella, Alba Farelo.

Cuando el interés por el trap, el último fenómeno 'mainstream' hip-hop, ha puesto el uso de la palabra 'bitch' (puta) en el centro de la diana, Bad Gyal se apropia de los códigos sexistas del rap y el dancehall, la música jamaicana de club que tanto le interesa –su nombre artístico es un préstamo del 'patois' de Jamaica vía esta cultura musical–, y los emplea en un discurso poderoso.

¿Cómo llegas al dancehall?
Desde que empecé a tener identidad me gustó la música y me interesé por lo que se hacía en Barcelona. Había muy poca gente haciendo cosas, era un círculo muy cerrado, y yo no he formado parte nunca de él, aunque ahora se está empezando a hacer 'mainstream'. Aquí tiene mucho menos público que el hip-hop.

Los artistas de dancehall jamaicanos que vienen a actuar en Barcelona son bastante veteranos.
Hay dancehall 'old school' y 'new school'. Yo he escuchado mucho 'old school', pero lo que me gusta es el 'new school'. Es lo que me interesa. Está más influenciado por la electrónica y bebe de las modas de Estados Unidos. Se ha mezclado.

¿Tu nombre artístico viene del dancehall?
Como escucho mucho dancehall me he familiarizado con el lenguaje, y 'gyal' es una palabra del inglés que se habla en Jamaica, el 'patois', y me la apropié.

Has hecho una versión del 'Work' de Rihanna, una de las artistas que ha llevado el dancehall al 'mainstream'.
Ella es caribeña, es su cultura. Pero es un producto, y muchas veces ha hecho lo que se le ha mandado: para hacer dinero muchas veces tienes que ceder el control de las cosas. Pero son sus raíces. Yo soy una friki y me miro sus videos en Instagram y la veo en las fiestas de su pueblo, donde todo el mundo baila dancehall.

Publicidad

También se te ha incluido en la escena trap. ¿Cómo entras en ella?
Porque hice un tema con un amigo mío, Lil Guiu, que está metido. Yo no me considero parte del trap, pero para hablar de mí es más fácil hacerlo con una idea que la gente pueda relacionar, porque no hay un movimiento dancehall. Se creará, estoy segura, pero ahora todavía no está, así que me califican como 'trap queen'. Pero yo no soy eso. Me gusta el hip-hop y el trap, he hecho algún tema y quizás haré más, no sé, lo que me apetezca, pero si tengo que hablar de qué hago, me quedo con el dancehall. También por todo lo que conlleva el trap, lo que dicen las canciones. Tengo cosas en común, pero también cosas que no.

¿Como por ejemplo?
No soy de familia rica y para pagarme la universidad trabajo. Pero quizás hay gente que habría pasado drogas y no habría estudiado. Curro y gano el dinero que puedo. Me siento cercana al mundo del trap en el hecho que desde jovencita me he tenido que espabilar sola: he tenido comida en la mesa pero si he querido otra cosa no me la han podido dar. Del dancehall me viene la actitud de alegría, de fiesta, o así es como nos llega, porque en Jamaica todos los músicos son delincuentes. Mis referentes están en prisión. Pero como el trap ha llegado con más fuerza, hay toda esta mitología para formar parte del trap, de pasar droga y tal.

¿No tiene un poco de postureo, lo del trap y las drogas? ¿De cliché?
Mucho: hay gente a quienes los padres se lo pagan todo, dinero para tomar cubatas, no son nada independientes. Y hay quien ha vivido calle. Yo nunca me he quedado en casa, siempre he estado en el barrio, en el banco, pasando la tarde. Y hay gente que ha pasado bolsas de hierba, pero no hay que confundirse: no son Al Capone y esto no es Chicago. ¿Le ha pasado algo a alguno de los que canta? ¿Alguien ha matado a otro? Como mucho se han peleado entre ellos para ver quién es el más macho, pero problemas de drogas no hay. Y hay quien se piensa que es Tony Montana. Parece que sea más importante quién es más malo que quien hace mejor música.

Tú has colaborado tanto con miembros de PXXR GVNG como con miembros de P.A.W.N. Gang, dos colectivos trap rivales. ¿Se te han enfadado?
Joder, claro. La gente cree que eres su amiga, y no. Tampoco te tratan como un amigo. Y para mí en esto no hay amigos. Que me haga un tema con el Khaled (PXXR GVNG) no quiere decir que sea mi amigo. Ni que me lo haya follado. Ha surgido y ya está: coincidimos de fiesta y me vinieron a hablar y me invitaron al estudio. Hice un tema y me quedé contenta. Y punto. Sí, hay esta rivalidad, pero a mí me da igual.

¿Y cómo te llevas con las chicas de la escena?
Entre chicas también hay rivalidad, aunque parezca que no. Ahora los periodistas nos van detrás con entrevistas. Y antes de este año, ¿de cuantas chicas se había hablado? De ninguna, y ya estaban haciendo música. La Zowie desde hace mucho tiempo. Y no ha salido en los medios hasta este año, con el boom de las chicas, cuando no está haciendo temas. A mí el boom sí me ha enganchado cuando he empezado a hacer cosas. Y esto genera rivalidades. Me parece oportunista que ahora que están hablando de nosotros todo el mundo se ponga a hacer temas. No lo veo natural. Cuando empecé a hacer esto no buscaba nada, y ahora, como tenemos el foco encima, parece que tengamos que hacer cosas o se nos escapa el tren.

Publicidad

Tus letras desafían los clichés sexistas.
Es súper complicado, porque muchas veces se utilizan códigos con los que nosotros nos entendemos. A mí una amiga me puede decir 'puta' sin ofenderme, o me lo puede decir un tío y yo decírselo a él, sin que haya ningún problema. Lo que importa es la igualdad, más que las palabras.

Tú cantas sobre sexo pero desde la igualdad y el poder.
En mis canciones hablo de salir de fiesta, de pasarlo bien con un chico y de hacer lo que quiero. Puedes hablar de situaciones que podrían considerarse degradantes desde la igualdad. Yo puedo ser una puta, pero tú también. Esta música implica temas degradantes, pero no siempre se hace desde la desigualdad; muchas veces sí, es un género machista. Pero no todo el mundo es así, hay que conocerlo. La figura de la mujer en el trap no se puede entender descontextualizada de la del hombre: la mujer adopta una posición masculina, la manera de hacerse con el poder es ser más hombre, y la manera de degradar el hombre es tratarlo como a una mujer, utilizando las palabras que todos tenemos en la cabeza. Y eso a mucha gente se le escapa, no lo entiende.

¿Por qué a ti se te ha entendido?
Porque soy muy directa, digo lo que pienso, y porque no utilizo tanto las expresiones que ya todos conocemos.

Coges otra palabra que se usa de forma despectiva, 'pussy', y la conviertes en afirmación de poder.
Es exactamente así. Decirle 'pussy' a un tipo es el peor insulto. Pero yo cojo la palabra y me la apropio: soy el 'pussy' que manda.

¿Y se entiende que puedas tener un discurso feminista y a la vez bailar de manera sexualizada, algo que forma parte de la cultura dancehall?
Yo iba a bailar en una fiestas de dancehall y reggae de mi pueblo en un bar de mierda al lado de mi casa. Y la gente del pueblo lo llevaba fatal. Los de discoteca y gin-tonic me encontraban una colgada, y los más hippies me decían que me objetualizaba y me cosificaba. Van de 'progres' y son los más cerrados: ¿cómo me pueden decir que algo que yo elijo hacer porque disfruto no está bien? Es como si le dijeras a una tía que no haga judo o que no juegue a fútbol. La gente lo va entendiendo, es cosa de ir deshaciendo clichés, pero vamos muy despacio.

"Decirle 'pussy' a un tipo es el peor insulto. Pero yo cojo la palabra y me la apropio: soy el 'pussy' que manda"

¿Tenías claro que querías cantar en catalán?
Hice un tema en catalán con un amigo [Lil Guiu], y no tenía ni idea de qué pasaría. A mí el catalán sinceramente me da igual. Hay canciones que me suenan mejor en catalán y otras en castellano. No pienso: hago lo que me apetece. Recibo críticas cuando canto en catalán, pero quien las hace se ha confundido. Yo no soy independentista, y que no me pidan que me comprometa políticamente con mi música porque me la suda. No estoy hablando de eso. No lo entienden. ¿No son suficientemente claras las letras para dar a entender que Carles Puigdemont me da igual? A los de P.A.W.N. Gang les pasa lo mismo: los llaman la mafia catalana porque cantan en catalán, pero a ellos les da igual. Haces esto de manera natural y la gente llega a conclusiones.

Estás trabajando en una 'mixtape'.
Tengo un par de temas, y voy a ir a Valencia a grabar, a trabajar con Fake Guido, Pablo, un chico con el que tengo amigos en común: por las cosas del momento, fue él con quien empecé a trabajar, fue bien y así se ha quedado. Habrá más temas en castellano, porque quiero que me puedan escuchar más gente y porque quiero que se entienda que no estoy comprometida.

¿Y hacia donde quieres tirar con la 'mixtape'?
Tendrá ritmos jamaicanos e influencias del reguetón. Este trabajo será el que me apetece hacer ahora, verano, baile ... es lo que me gusta. Quizás habrá algún tema más electrónico que tire hacia el trap, pero todo muy fusionado. Porque el trap que yo escucho no lo puedo hacer.

¿Por qué?
El trap que se ha hecho 'mainstream' no lo escucho. Chris Brown, un niño bonito que ahora va de gángster, no me gusta, no me parece que sea trap, por mucho que se esfuercen porque ahora es lo que vende. A mí me gustan Chief Keef, Lil Durk, Gucci Mane, Famous Dex... artistas que hacen trap desde hace mucho tiempo. Se nota que es trap porque lo escuchas y todavía no lo entiendes. Muchas veces no tienen ni melodía, cogen una palabra y la repiten. Este es el trap que me gusta. O Kefta Boys y PXXR GVNG: escuchas lo que hacían en 2013 y lo que hace ahora Future, que me mola mucho y lo está petando, y suena igual.

¿Tienes una línea pensada, de cara a las letras de la 'mixtape'?
Las letras me salen tal cual, en diez minutos. Normalmente pienso un par de frases, hago un pareado, y luego, toda la canción de un tirón. Las letras irán por donde siempre, porque tampoco soy poeta, no soy Yung Beef (PXXR GVNG), no tengo esa capacidad. Serán lo que me representa: fiesta, baile, mi postura como mujer, hablaré de cosas que me han pasado últimamente, de relaciones personales, de cómo es estar expuesta ... La Alba del presente.
Publicidad

¿Cómo llevas la exposición?
Me están pasando cosas, estos meses. De repente hay mucha gente interesada en mí. Muchas veces no me gusta. Los miércoles por la noche en el Apolo pinchan dancehall, he ido siempre y ya no puedo ir. Y si voy salgo enfadada, porque todo el mundo viene a decirme qué hacer con mi vida. Que la gente me diga qué tengo que hacer y cómo no lo llevo muy bien. Prefiero tomar distancia, pasar el tiempo con las pocas personas que considero las amigas de siempre, mi novio, con quien empecé un poco antes de que estallara todo. Hay gente con la que antes quedaba cada tres meses que ahora me hablan cada semana, y ya no tengo ganas de verlos ni cada tres meses: que me dejen en paz.

¿A tu novio le gusta tu música?
Tengo amigas con novios que se cabrean si cuelgan según qué foto en Instagram, pero mi novio nunca me ha dicho nada, me apoya siempre. Si fuera una persona tóxica para este momento, lo echaría de mi vida. Hay personas que no te aportan nada, y si la gente que te rodea sólo te ha de aportar mal, pues mejor estar sola. Al final eres tú y ya está.

¿Y cómo te va con los fans?
Les tengo que dedicar tiempo porque es la gente que valora mi trabajo, pero hay gente a quien si le contestas un comentario ya se piensa que es tu amigo y se vuelve loco. Tienes que hacer un filtro. Hay gente a la que se la traga el personaje y ya no quiere saber nada de quién era antes. Y a mí me está pasando lo contrario. Es importante mantener a las personas que sabían quién eras antes para que te avisen si te alejas de lo que eres. No puedo amar más a Bad Gyal que a Alba.

¿Qué les parece en casa tu carrera musical?
Al principio lo llevaban fatal, no les gustaba lo que escribía. Pero ahora que todo va bien, ¿qué pueden decir? Soy yo la que decido, y sólo dependo de ellos porque tengo la cama en su casa y porque me dan de comer. Mis padres saben que soy una persona independiente y que tengo mi vida. Ahora lo llevan guay porque desde que salgo a los medios lo empiezan a entender, es un poco triste que sea por eso, pero vaya. En mi pueblo me he pasado tres años siendo la loca, y ahora todo es muy bonito. Pero todo el mundo que está en el 'top' en algún momento ha sido el raro.
Recomendado
    También te gustará
    También te gustará
    Publicidad