Es difícil no darle la razón a Ferran Palau cuando afirma que estamos en guerra. Echar a la gente de su casa y dejarla en la calle es una forma de violencia bastante extrema. "Es un tipo de guerra nueva, pero hay víctimas y la gente muere –afirma Palau, voz masculina del quinteto folk-rock Anímic–. Las armas han cambiado: ahora es el dinero. Y tener a la gente estrangulada es un arma brutal".
Ritmos marciales
Los ritmos marciales de 'The others'no son casuales, una canción que enfrenta a dos bandos –gente que ríe, gente que llora, gente que bebe, gente que sangra–, y que expresa el clima que se respira en 'Hannibal', el cuarto álbum de los de Collbató. "Hemos querido hacer un disco de guerra –admite Palau–. No animamos a la violencia, pero queríamos hacer un retrato del momento en el que vivimos".
Por eso le va tan bien este título: el nombre del militar cartaginés que atravesó los Pirineos y los Alpes con un ejército de elefantes para conquistar Roma. El verso "moriran tots els teus elefants" (morirán todos tus elefantes), de una de las canciones del disco, sugirió a Juanjo Montañés –responsable de las bases y los ruidos que dotan de misterio las canciones de Anímic– la referencia al héroe púnico. Y 'Hannibal' se convirtió en el título de la canción y del álbum, en sintonía con los de sus predecesores, 'Hannah' ( 2011), 'Himalaya' (2009 ) y 'Hau o Hiu' (2007 ) .
Reducido al esqueleto
Que las crípticas letras de Anímic, a pesar de ser introspectivas, sirvan de espejo de lo que pasa fuera no es, de hecho, una novedad. Pero sí lo es que el grupo haya perdido un miembro entre 'Hannah' y 'Hannibal', y que Louise Sansom, la otra voz del grupo, haya asumido la percusión.
Fue idea de Palau que Sansom cogiera las baquetas, de pie y con un drum kit en su mínima expresión, como el de Mimi Parker, de los estadounidenses Low. Y aunque ella al principio frunció el ceño, ahora, según Palau, está encantada. "Nos interesaban los ritmos mecánicos y minimalistas, tanto si eran electrónicos como naturales. Por eso no nos hacía falta fichar un batería", explica Palau.
Vocación esencial
Porque la vocación esencial de 'Hannibal' llegó mucho más deprisa que los elefantes del cartaginés a los Alpes. Tampoco es casualidad que el paquidermo de la portada del álbum se haya reducido al esqueleto. "Nos interesó que fuera todo muy sencillo y directo -dice Palau-, y nos ha ido muy bien, porque ahora cada instrumento tiene su espacio. 'Hannah' tenía muchas capas –incluso arreglos de cuerda–, y todo quedaba más difuminado. Ahora queríamos coger los cuatro elementos que teníamos y explotarlos al máximo".
Y, en el espíritu de los tiempos, "se impone la austeridad": "Queríamos eliminar gastos innecesarios, como tener que pagar a los músicos que hacen las cuerdas. Queríamos hacerlo todo barato, 'low cost', incluso el diseño del disco. Es tan difícil ganarse la vida que si encima tú te añades dificultades aún lo es más". Economía de guerra.