Altaveu, tesoros musicales al lado de casa

Los barceloneses deberíamos reconocer algo algún día. Bien es cierto que no todo el mundo debería levantar la mano y entonar el mea culpa, pero en general, sobre todo si se trata de cuestiones culturales, nos cuesta mucho movernos del centro. Estamos muy acostumbrados a que todas las cosas excitantes que nos pasan –en música, exposiciones y teatro– tengan lugar en tres o cuatro distritos muy determinados de la ciudad, y a veces parece que no nos guste ir un poco más lejos para obtener una satisfacción cultural. Pero si lo pensamos fríamente, y comparamos nuestra ciudad con Londres o Nueva York –donde las distancias son abismales, y la gente aún así se toma la molestia de ir lejos, allí donde sea necesario–, en realidad tenemos todo al ladito, incluso lo que nos parece que está lejos. Por ejemplo, Sant Boi. Llegar al centro de Sant Boi se hace en poco tiempo y además de manera cómoda, y un vez allí, puedes encontrar la mejor música. Sobre todo cuando comienza el festival Altaveu, que este año tiene tres fechas marcadas: el 6, el 7 y el 8 de septiembre.

El Altaveu es un festival veterano y mítico, ha sido durante muchos años un laboratorio de experimentación y un banco de pruebas en directo para artistas locales –de los ámbitos del folk, el pop, el rock, la fusión y el flamenco– que estrenaban nuevos proyectos y querían empezar a hacerlos rodar antes de adentrarse en las grandes giras. Y esta función –que está claramente expresada en el nombre: el Altaveu es un espacio donde la música y los artistas se amplifican, y llegan a un público curioso– todavía es la que guía una propuesta con tres décadas de compromiso con el talento y que ahora comienza la edición número 31. El plato fuerte son los conciertos, pero también habrá talleres, actividades familiares, cine, feria del disco (y del libro musical) y charlas en torno a la música. Es un festival completo, comprometido con el talento y con vocación de descubrimiento.

¿Qué podremos ver este año en el festival? Los géneros principales son el rock y el folk, las raíces y la electricidad. Y los nombres más destacados, los de Wilko Johnson –ex líder de la mítica banda precedente del punk, Dr. Feelgood–, Deltonos –una formación clásica del primer indie español– y Enric Montefusco, un creador en plena fase de expansión de su proyecto a medio camino entre el rock agitado y emocional y las artes escénicas. Pero lo más importante del Altaveu no es ir a ver a alguien en concreto, sino descubrir artistas que no conocías. Por ejemplo: ¿sabes quién son Javier Bergia, Yawners, Magalí Sare, Elena Setién, Joina o Marem Ladson? Podríamos dar más información, pero el espíritu del Altaveu nos recomienda hacer esto: infórmate con detalle en su web, hacerte con las entradas de los dos únicos conciertos que hay de pago (el resto de propuestas son gratuitas), pasa el primer fin de semana de la rentrée apenas pasado agosto en Sant Boi, descubre música y vive el espíritu del Altaveu. Y que no te de pereza: está aquí al lado, y la recompensa es valiosa.