5 razones para ver en directo a Clap Your Hands Say Yeah

Es una de las bandas que ha mantenido vivo el prestigio del indie norteamericano durante los últimos años, un ejemplo de persistencia y fidelidad al rock clásico, y tienen un nombre cojonudo. ¿Te animas a verlos?
Clap Your Hands Say Yeah
(c) Michael ReganClap Your Hands Say Yeah
Time Out en colaboración con Sala Apolo
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Alec Ounsworth es uno de los últimos indies de verdad que ha dado la escena rock de Estados Unidos. Es de esa clase de compositores obsesionados con la sencillez y las raíces, que de vez en cuando muestra un paisaje folk detrás de una cortina de electricidad clásica, pero que básicamente quiere hacer rock sin artificios, con buenas letras, para así dejar volar sus pensamientos y curar sus heridas emocionales. Fundó Clap Your Hands Say Yeah en el año 2004 y desde entonces se ha convertido en un romántico del indie de siempre, un genio intermitente que acaba de publicar un nuevo disco y que aprovechará la gira para explicarnos en qué punto está, y hacia dónde quiere ir. La cita es en la sala Apolo el próximo martes 3 de octubre. ¡No faltes!

El indie del siglo XXI le debe mucho

El concepto de indie-rock ya no resulta tan fresco, estimulante y renovador como lo era en los años 90. Entonces, la idea era sublevarse contra el hard rock y el pop artificioso con un toque humanizado –tocando con imperfección, cantando haciendo gallos, buscando el ruido antes de que la pulcritud–, y así se encontró una fórmula, popularizada por gente como Beck, Pavement o Sebadoh, que Alec Ounsworth respeta al pie de la letra. Cuando publicó su primer disco defendiendo el proyecto Clap Your Hands Say Yeah, en 2005, lo hizo en un momento de gran expansión popular del hip hop. Defendía un estilo que no quería pasar de moda, y seguir siendo relevante. Quería mantener vivo el rock como forma de vida austera, y junto con bandas como Arcade Fire, Arctic Monkeys o Deerhunter lo consiguió. El indie actual está en deuda con él.

A pesar de las complicaciones, aquí sigue

Clap Your Hands Say Yeah nunca ha sido una banda comercial. Sus canciones son lineales y no tienen grandes gestos para agradar al público masivo. Ounsworth, además, siempre quiere que haya una capa de ruido y una melodía clara pero disimulada –se parece mucho, a veces, a Yo La Tengo–, y por eso su espacio es el de las bandas de culto que funcionan bien en el circuito universitario y entre los lectores de la web Pitchfork. Como nunca han sido unos superventas, uno de los retos de Ounsworth ha sido resistir en la complicada escena de la música posterior a internet. Ha tenido que detener el curso de la banda en dos ocasiones, y la última se quedó solo –Sean Greehalgh, Robbie Guertin y los hermanos Lee y Tyler Sargent se fueron–. Pero ahí sigue, al pie del cañón. Es un superviviente.

Carisma y anti-carisma

Esto lo ha conseguido Alec Ounsworth gracias a dos de sus mejores virtudes: la tenacidad y la inspiración. Cuando no está del todo inspirado –y a veces le ha pasado; después de los dos primeros discos vino una etapa de descenso en la capacidad de asombro–, esto lo resuelve con oficio y fidelidad a su estilo. Como muchos de los héroes del indie-rock, Ounsworth es un personaje anti-carismático, un hombre tímido que prefiere mantenerse en un segundo plano, que no disfruta excesivamente del contacto con la gente, pero este anti-carisma le convierte en carismático para su público potencial, gente sensible que sabe apreciar una buena canción de rock moderno.

‘The Tourist’: volver a empezar

Los últimos años han sido complicados para Ounsworth: se fue toda la banda, se quedó solo sin apoyo –exceptuando el de los fans, que siempre han estado allí, fieles y constantes–, y la grabación del último disco de Clap Your Hands Say Yeah la ha tenido que solventar como, hace unos años, resolvió la de 'Mo Beauty', su disco en solitario de 2009, mientras tenía la banda desactivada. Para grabar las canciones de ‘The Tourist’ ha tenido que buscar nuevos músicos de sesión, así como para llevarlas de gira, aunque también ha sido de gran ayuda hacer la mayor parte él solo, grabando voces, teclados y guitarras con la ayuda del productor Dave Fridmann. Lo más duro de todo fue sacar lo que llevaba dentro, ya que este es un disco influenciado por la delicada situación de su matrimonio durante estos últimos años. Ha sido como empezar de nuevo.

Tienen un nombre insuperable, ¿o no?

Ounsworth es un hombre que ha conseguido resolver una situación difícil y mantenerse en pie, y esto también ha sido gracias al seguro de vida que implica su nombre artístico. ¿No te parece genial llamarte Clap Your Hands Say Yeah (Haz Palmas y Di Que Sí)? Con un nombre así, que implica entusiasmo, alegría y pensamiento positivo –más o menos todo lo que no es Ounsworth en persona; forma parte de la ironía–, tienes mucho ganado. Nos vemos en el Apolo.

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