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5 razones para ver "Elektra" en el Liceu

¡No dejes escapar uno de los montajes de la temporada!

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Entre el 7 y el 23 de diciembre, el Gran Teatre del Liceu acogerá 5 representaciones de la Elektra de Richard Strauss. Una ópera que, bajo la elegante dirección del desaparecido Patrice Chéreau, se ha convertido en uno de los montajes más aclamados internacionalmente de las últimas temporadas. Si dudas a la hora de sacar las entradas, te contamos 5 razones que te convencerán para el teatro de las Rambles.

5 razones para ver "Elektra" en el Liceu

1. ¡Porque es corta!

Es frecuente que los no-habituales de la ópera se animen con la posibilidad de hacer una visita al Liceo -para ver un clásico, para comprobar si un montaje es tan rompedor como dicen los expertos... hay mil razones- pero la alegría se les hunde cuando ven la duración del espectáculo. Es lógico: la perspectiva de pasar tres, cuatro o cinco horas en el teatro hace que cierto público se mantenga a una distancia prudencial del teatro lírico, por pereza o por dificultad de encajar horarios. Pues bien, tenemos una buena noticia: la Elektra de Richard Strauss y Hugo von Hofmannsthal dura poco más de 100 minutos, menos que muchos partidos del Barça, y que casi cualquier blockbuster de superhéroes. Una duración ajustada, en la que los autores concentraron toda la furia de la tragedia de Sófocles, y que permite a la partitura de Strauss vibrar con intensidad y sin que decaiga la tensión.

2. Porque es un mito eterno

Fue Sófocles quien inmortalizó la tragedia de Elektra, que presenció como su padre, el rey Agamèmmom, era asesinado a manos de su madre Klytämnestra y su amante Aegish. Una visión traumática que Elektra querrá vengar a cualquier precio y que culmina, como no podía ser de otra manera, con la muerte de la protagonista (no, no se admiten protestas: si la obra data del 400 aC, no se puede considerar spoiler). Este feroz relato ha sido adaptado en innumerables ocasiones, y no sería extraño que Shakespeare lo tuviera presente a la hora de escribir una "pequeña" obra llamada Hamlet. La versión de Elektra que veremos en el Liceo tiene libreto de Hugo von Hofmannsthal, quien captó perfectamente la esencia del texto de Sófocles, amplificando sus pasiones más sexuales y violentas.
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3. Por la música de Strauss

Evidentemente, una de las razones principales para ir a ver cualquier ópera (si no la más importante) es su partitura. Y con la de Elektra disfrutareis de lo lindo. Richard Strauss (1864-1949) dio la bienvenida a la era del modernismo musical, uniendo como ninguno de sus contemporáneos enseñanzas clásicas con ideas rupturistas y chocantes. Y Elektra, estrenada en 1909, es una de sus piezas más brillantes y a la vez desafiantes, marcando un antes y un después en la música del siglo XX. Recientemente, el crítico musical Tim Page decía de ella que era "oscura, caótica y brutalmente disonante. Seguramente se trate de la única pieza de los inicios del modernismo que conserva toda su capacidad de impactar al público. Más de un siglo después de su estreno, no ha perdido ni un ápice de su perturbadora fascinación". Así que ya lo sabés: si deseas conocer al bisabuelo de los artistas que lo petan en la facción más vanguardista de los carteles del Sónar y el Primavera Sound, déjate caer por el Liceu.

4. Porque es una producción del mítico Patrice Chéreau

Patrice Chéreau murió el 7 de octubre de 2013, haciendo de su montaje de Elektra, estrenado el 10 de julio de ese mismo año en el festival de Aix en Provence, uno de los últimos proyectos que completó este artista brillante. Director de cine, teatro y ópera, se convirtió en un nombre de referencia en todas las áreas que trabajó, y fue considerado uno de los grandes renovadores del panorama escénico. Para él, Elektra representaba "un mito muy antiguo, tanto como el propio teatro. Ha pasado de mano en mano a través de los siglos. De Micenas en Elsinor, el mismo tema: una venganza nunca consumada, perpetuamente fantaseada". Y encaró la ópera huyendo de estereotipos: "He querido una Elektra decidida y noble y una Klytämnestra bella y deseable". Chéreau era un viejo amigo de Barcelona, donde llevó muchos de sus montajes. Por eso, el estreno de Elektra es un auténtico regalo, que nos permite despedirnos de su genio, y ovacionarle por última vez.
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5. Por su protagonista

El papel de Elektra es uno de esos que las sopranos anhelan y temen al mismo tiempo, debido a su riqueza y complejidad. Evelyn Herlitzius se enfrentó por primera vez a él en 2010, y desde entonces se ha convertido en la intérprete de referencia mundial del personaje. Dejemos que ella misma nos lo explique: "Elektra es un personaje extremo, lleno de agresividad y ternura, de amor y odio, de desesperación y fe, de fuerza y debilidad, de infantilismo y sabiduría. Interpretar estos extremos, cambiar constantemente el carácter del personaje vocal y dramáticamente, se convierte en un reto, y sin tener ningún momento de descanso a lo largo de toda la ópera". Poder ver a Herlitizius encarnado a Elektra en el Liceu, acompañada del mismo reparto que estrenó este montaje de Chéreau, será todo un lujo.
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