3 consejos para disfrutar al máximo del ciclo Jazz & Swing

Este noviembre vuelve una de las fiestas con más glamour y encanto de las que programa la sala Apolo, un viaje en el tiempo a los felices año 20, cuando los sonidos vibrantes del jazz conquistaron China
  1. Tamara Pinco
  2. Tamara Pinco
Time Out en colaboración con Sala Apolo
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Jazz & Swing es una de las fiestas temáticas con más poder de seducción de las se que programan en la sala Apolo. Una vez al mes tenemos una propuesta irresistible sobre la mesa: ven una noche al club y emprende un viaje en el tiempo hacia un pasado lejano y glamuroso, donde se bailaba, se vestía y se conectaba en la pista de baile de manera diferente, tal vez más intensa, con más contacto y temperatura. En la edad dorada del jazz, la música era vibrante, las orquestas eran poderosas máquinas rítmicas con timbres de metal que desplegaban ritmos feroces, y en las salas de fiestas se ensayaban los pasos más acrobáticos que se habían conocido hasta ese momento. El sonido dixieland de los años 20 dio paso al swing de los años 30, y allí donde había jazz, la fiesta era grande. No sólo en Estados Unidos: el mundo entero era una fiesta. ¿Quieres revivir ese momento y además con la atmósfera de la época? Si es así, te interesa Jazz & Swing, y no debes faltar a la primera fecha del nuevo ciclo, que se inaugura este 12 de noviembre con una incursión en el jazz al lejano Oriente en los años 20. Aquí tienes tres razones de peso para no perdértelo.

3 consejos para disfrutar al máximo del ciclo Jazz & Swing

1. Cigarrillos, vestidos largos, sombreros: el estilo es básico

Cuando comienza una nueva fiesta Jazz & Swing, el estilo es fundamental, y uno de los aspectos que incentiva el ciclo es que el público venga vestido con lo mejor que pueda encontrar en su armario. Si la fiesta de este 12 de noviembre es un viaje en el tiempo, es recomendable, e incluso diríamos que obligatorio, venir con aquellas ropas que compraste hace poco en un mercado de segunda mano y que tan bien te quedan. ¿Sombreros de ala ancha? Son perfectamente bienvenidos. ¿Zapatos de charol? Por supuesto que si. ¿Faldas cortas con piedrecitas brillantes? Si las acompañas con collares de perlas y chaquetas estrechas, mejor todavía. En las fiestas Jazz & Swing se fuma, se baila en pareja y todo está al servicio de una experiencia de retorno al origen. Es mejor que Halloween o Carnaval: hay que disfrazarse porque si no es así, la música no suena igual de bien.

2. La orquesta vintage más poderosa

Las sesiones de Jazz & Swing están comandadas por un engranaje sonoro poderosísimo: la Jazz Orquesta - Big Band International Barcelona, ​​más conocida por sus siglas BJO, una formación de casi 20 músicos que durante la sesión de cada mes va dejando caer con una precisión virtuosa algunos de los éxitos más contundentes del jazz de principios del siglo XX, que estaba fundamentalmente orientado hacia el baile colectivo. El jazz, como es conocido, comenzó a adoptar su primera forma conocida en Nueva Orleans, alrededor del año 1915, y en plena década de los años 20 ya era un sonido popular en las grandes ciudades de Estados Unidos. Los músicos más hábiles del momento eran contratados para formar parte de las big bands, las formaciones que tocaban los temas de moda y los vestían de arreglos excitantes y los dotaban de ritmos contagiosos. La BJO tiene interiorizado un repertorio de grandes clásicos, al servicio de una fiesta que estará completada por parejas de bailarines profesionales, que harán subir la temperatura y crear un ambiente espectacular en la pista del Apolo.

3. Exotismo oriental en estado puro

En la década de los 20, el jazz también comenzó a viajar por el mundo. Llegó a la costa oeste de Estados Unidos, saltó a Europa, y también cruzó el Pacífico, y encontró su lugar en los espacios nocturnos y bohemios de China. En ciudades como Macao, Hong Kong o Shangai había clubes nocturnos donde la gente fumaba, bebía alcohol y se divertía, y en la primera Jazz & Swing de la temporada el viaje no sólo es en el tiempo, sino en el espacio, para recrear el ambiente de un club de madrugada en los felices años 20 en Shangai, cuando la ciudad abría sus puertas a la cultura y los entretenimientos que venían de Estados Unidos. Así que este es el último consejo: si además de vestir de época, quieres venir también con un toque oriental, aún mejor.

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