A veces hay sitios que, en el intento de ser multifuncionales y abrir a cualquier hora del día, acaban convirtiéndose en espacios sin personalidad. No es el caso del Muy Mío, polivalente, mucho, pero con un carácter bien definido que le hace especial por la mañana, por la tarde y por la noche. Bienvenidos a uno de los secretos mejor guardados de Sant Gervasi.
Almorzar, comer, picar algo, merendar, cenar, tomar una copa... En este establecimiento se puede hacer de todo y bien. Hay un servicio de pastelería excelente –el pastel de zanahoria es orgásmico–, el café es superior, trabajan con productos de primera calidad, tiene una excelente carta con ensaladas, focaccias, carpaccios y unes fondues antológicas, y ahora se ha de añadir en la franja nocturna una barra de gin-tonics, ideal para cargar el depósito antes de practicar la pesca con caña en alguna discoteca posh de Santaló-Marià Cubí.
Con una atractiva decoración de diseño –mesas elevadas en el fondeo del local, barra minimalista y sensacional terraza–, Muy Mío rubrica con ginebras y tónicas premium una de las ofertes más completas y con mejor relación calidad-precio por encima de la Diagonal. El gin-tonic de Citadelle, arándano y tónica de cardamomo es espectacular, fresquísimo, equilibrado, con la burbuja intacta. También pruebo uno de cítricos muy sensual, perfumado con aroma de naranja y regado con Brecon; una perla etílica que concentra en su vaso 'old fashioned' todas las virtudes de un espacio que recomiendo visitar en pareja: polivalencia a granel, calidez, buen servicio, elegancia, materia prima de calidad y un punto moderno. Diantre, se está mejor que en casa.
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