Suzanne Valadon. Una epopeya moderna
Suzanne Valadon fue pintora, dibujante y grabadora en el Montmartre bohemio de inicios del siglo XX. Antes fue modelo: la retrataron grandes artistas como Toulouse-Lautrec y Degas. Éste último fue quien se dio cuenta de su talento, hasta el punto de ayudarla a aprender grabado, en su propio taller. Ahora, el MNAC ofrece un viaje por su trayectoria artística trepidante que se plasma entre líneas sinuosas, una huella cromática intensísima y unas pinturas llenas de objetos y figuras. La muestra te acompaña poco a poco por la transición de musa a artista Valadon pasó de ser acróbata ecuestre a hacer de modelo para artistas con tan solo quince años. Era una profesión estigmatizada, pero que le permitió entrar en el mundo del arte, aunque fuera por la puerta trasera. En la entrada nos dan la bienvenida los retratos de ella firmados por Utter, Steinlen, Renoir, Rusiñol y Utrillo, quien fue también su pareja. Pero la muestra te acompaña poco a poco por la transición de musa a artista, que comienza con dibujos y esbozos de nudos femeninos y termina con la explosión pictórica de Valadon, que como dice el comisario de la muestra, Eduard Vallès, “practicó todos los géneros, desde el retrato y el desnudo a la naturaleza muerta y el paisaje”. Aunque en los cuadros se ven influencias de Matisse, Van Gogh, Degas y otros grandes artistas, Vallès destaca la capacidad de Valadon para desviarse del circuito central: “al no participar de los -ismos, fue más moderna que sus coetáneos”. Otra partic