1. Descubrir Ègara
Desde el románico hasta el modernismo industrial
Terrassa tiene mucho para ver. Hay que empezar por la Seu d’Ègara, un conjunto singular con tres templos donde haréis un auténtico viaje desde el final del Imperio romano hasta el barroco. Pero el movimiento artístico más vinculado a Terrassa es el modernismo: desde viviendas particulares hasta fábricas gigantes llevan su sello. Precisamente en un antiguo vapor encontraréis el mNACTEC, Museo de la Ciencia y de la Técnica de Catalunya, de visita más que aconsejable.