Este edificio es obra de Josep Maria Jujol, uno de los grandes maestros del modernismo catalán. Jujol –un arquitecto austero, modesto y sutil, muy alejado de los retorcimientos de otros coetáneos suyos– hizo la Casa Planells por encargo de un pequeño constructor. Con este proyecto, que data de 1923-1924, el arquitecto demostró que no hacen falta grandes solares ni demasiados recursos para conseguir edificios inmortales. Es quizá uno de los monumentos modernistas menos conocidos, pero es sin duda uno de los más interesantes y cautivadores que tenéis que visitar.
¿Se puede entrar dentro?
Desgraciadamente, el interior de la Casa Planells no se puede visitar, ya que existen viviendas particulares dentro. Aunque no se pueda entrar, visitarla por fuera es gratuito y podrá disfrutar del puro estilo modernista, donde destaca la fachada.
¿Por qué visitar la Casa Planells?
Aunque puede llegar a pasar por desapercibido, este edificio muestra el modernismo catalán del siglo XX y es considerado como la última casa modernista de Barcelona. Se encuentra en una esquina del Eixample, concretamente en el número 332 de la avenida Diagonal, donde se adapta perfectamente al espacio a base de curvas. Aunque el edificio se considera modernista, al arquitecto Josep Maria Jujol cuesta encasillarlo en un solo estilo. Jujol también fue colaborador de Gaudí, dejando su huella en edificios tan emblemáticos de Barcelona como La Pedrera, la Casa Batlló y el Park Güell.
La Casa Planells se construyó sobre una superficie limitada de 80 metros cuadrados, en los que Jujol consiguió levantar un edificio con viviendas de 120 metros cuadrados a través de formas curvas y materiales sencillos. Para aprovechar al máximo el espacio, el arquitecto decidió poner en el interior una escalera de caracol. Aunque el interior impresiona, la fachada es lo que más llama la atención, que fue rehabilitada en 2012 y se pintó de color amarillo, lo que le otorgó un aire más actual.