En 1902, el arquitecto Lluís Domènech i Montaner recibió el encargo de reformar el edificio situado en el número 35 de passeig de Gràcia. Las obras se extendieron hasta 1906, dando lugar a uno de los edificios modernistas más emblemáticos de la ciudad. El arquitecto contó con la ayuda de maestros y artesanos que participaron en la decoración del edificio, con materiales como vitrales, mosaicos o cerámica.
La Casa Lleó i Morera forma parte de la conocida Manzana de la Discordia, en pleno Eixample, junto con la casa Batlló de Gaudí y la casa Amatller de Puig i Cadafalch. Aunque el interior de la casa no se puede visitar, podéis ver los muebles del comedor originales de la época expuestos en el Museu Nacional d'Art de Catalunya.
La familia Lleó i Morera
Francesca Morera i Ortiz, de familia de comerciantes, fue quien encargó el proyecto a Domènech i Montaner, autor también de edificios como el Recinto Modernista de Sant Pau. Sin embargo, ella murió antes de que la obra finalizase, ya que se extendió hasta principios de 1906. Tras su muerte, fue su hijo quien se hizo cargo de las obras. Albert Lleó i Morera se dedicaba a la microbiología y análisis de químicos, y fue director del laboratorio del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.