Antigua, agradable, luminosa y simbólica. Así es la primera biblioteca creada en Europa para mujeres. Un lugar que no pasa desapercibido a pesar de encontrarse en un callejón. Empezó como un espacio para ofrecer acceso a la cultura y a la información de las mujeres. Con el tiempo se trasladó, y actualmente lleva el nombre de su fundadora, Francesca Bonnemasion. Además, en el mismo edificio se encuentra la Oficina de Promoción de Políticas de Igualdad Mujer-Hombre, la Escuela de la Mujer y el Centro de cultura de Mujeres Francesca Bonnemaison. Esta biblioteca es y será un referente para la literatura femenina. ¡Mujeres venid a descubrir el fondo bibliográfico! Es de y para todas.
¿Quién fue Francesca Bonnemaison?
Hija de una familia muy importante de comerciantes de Barcelona, Francesca Bonnemaison nació en la ciudad el 12 de abril de 1872. Aunque venía de un ambiente tradicional y religioso, pudo estudiar idiomas, pintura, dibujo y música. Gracias al matrimonio que contrajo con Narcís Verdaguer, consiguió introducirse en la esfera política e intelectual de la época y empezó a escribir en La Veu de Cataluña bajo en pseudónimo Franar.
Más adelante, su pasión por la literatura y las instructoras del feminismo reformista pudo crear una biblioteca para mujeres en 1909, bajo en nombre Instituto de Cultura y Biblioteca Popular. Al quedarse viuda muy joven, terminó volcándose de lleno en su proyecto, hasta que tuvo que exiliarse a Suiza por la Guerra Civil por sus relaciones con políticos catalanistas. Ya a principios de los años cuarenta, cuando terminó el conflicto, Bonnemaison volvió a Barcelona, aunque no quiso volver a entrar en el edificio del Instituto porque estaba en manos de la Delegación Nacional de la Sección Femenina de la Falange Española Tradicionalista y de las JONS.
Historia de la biblioteca
Después que en la Guerra Civil, la Diputación de Barcelona se quedó el edificio con la condición que se usara para lo mismo para lo que se había creado, aunque la falange filtró los contenidos y solo podían entrar mujeres y niños. No fue hasta 1963 que ya pudo entrar todo tipo de público y la Sección femenina acabó abandonando la dirección del edificio.
En 1976 la biblioteca ya se empezó a llamar Francesca Bonnemaison, aunque no fue hasta 2004 que, gracias al movimiento vecinal y de diferentes entidades de mujeres de la ciudad, que el edificio entero pasó a llevar su nombre y recoger su herencia.
Colecciones literarias
La biblioteca tiene un amplio abanico de ideas divididas en diferentes secciones como cocina, música, moda y LGBTI, entre otros, aunque su especialidad son las mujeres y los feminismos, con una sección dedicada solo a cuentos para la igualdad.