El Ensanche barcelonés, el Eixample, está formado por las grandes zonas de crecimiento de la Barcelona moderna. Una ciudad que fue reordenada urbanísticamente a golpe del gran evento que fue la Exposición Universal de 1929, y que creció en la forma de cuadrícula definida (hasta cierto punto) por el urbanista Ildefons Cerdá.
¿Es un barrio, es un distrito? El Eixample se considera ahora un distrito de la ciudad que está formado por seis barrios: Antigua Derecha del Eixample, Antigua Izquierda del Eixample, Nueva Izquierda del Eixample, Fort Pienc, Sagrada Familia y Sant Antoni.
Es el centro de Barcelona, y tiene mucha historia
La extensión y riqueza del distrito implica que sea muy plural. El centro histórico del Ensanche, y de la ciudad en general, es la Antigua Derecha del Eixample. Está copado de espacios de poder y prestigio de la Barcelona burguesa, que nos legó algunos de los mayores atractivos arquitectónicos de la ciudad. Entre casas-museo de Gaudí y compañía (como la Casa Batlló o la Casa Amatller) y enormes tiendas de grandes corporaciones, resisten algunos comercios históricos (caso del Colmado Quílez).
El resto de áreas del distrito tiene sus características propias. La Antigua Izquierda del Eixample, por ejemplo, fue considerado el mejor barrio del mundo por Time Out en 2020. Contiene lo que se ha venido denominando en el siglo XXI el gayxample, marcado por el talante acogedor a la comunidad gay y por la proliferación de negocios afines (con precios no siempre módicos).
¿Qué más podemos visitar en el Eixample?
Obviamente, está la Sagrada Familia. El templo de Gaudí da nombre al barrio homónimo, que también puede presumir de tener en su cuadrícula otro espacio declarado patrimonio mundial según la UNESCO: el recinto modernista de Sant Pau. Pero hay más. Fort Pienc es un espacio marcado por su pasado y presente como lugar de comunicación (ahí está la Estació del Nord) y por sus grandes equipamientos culturales: el Auditori de Barcelona y el Teatre Nacional de Catalunya (TNC).
También hay que descubrir la muy miscelánea Nueva Izquierda del Eixample, marcada por algunos grandes equipamientos como la Escuela Industrial o el parque Joan Miró. Y tomar algo en Sant Antoni, por supuesto. Este barrio fue históricamente un territorio de pequeños comerciantes coronado por un mercado (ahora reformado) donde comprar ropa, comida o, los domingos, libros, discos y todo tipo de objetos culturales. En los últimos años, el barrio ha vivido un gran estallido del sector de la restauración, convirtiéndose en otro destino esencial donde todo el mundo, sea residente o visitante, puede tomar un café o comer (aquí podéis ver una lista con los mejores bares y restaurantes de la zona).
Cómo llegar al Eixample y cómo moverse por él
El Ensanche es el corazón de la Barcelona moderna (y modernista), así que cualquiera de sus rincones está extraordinariamente bien comunicado mediante las diversas opciones de transportes públicos. Las personas que lo visiten pueden llegar al Eixample a través de estaciones convertidas en grandes nodos de desplazamiento ubicados en el centro de la ciudad, como las relativamente cercanas estaciones de Cataluña y de Paseo de Gracia, en los límites del Eixample y que, de alguna manera, marcan su inicio.
A partir de ahí, podemos pasear. Y las diferentes redes de autobús, ferrocarril y metro pueden acercarnos a unos pocos minuto de cualquier destino del distrito si tenemos que comenzar a alejarnos del centro.