Vicenç Altaió
Comanegra
414 pág 24 €
Décima entrega de la serie 'Tràfic d'idees', el gran poema conceptual originado en los 80 en plena post modernidad, 'Un traficant d'idees a les fronteres de l'art' es una biografía sin sujeto, crónica cultural urdida por uno de los grandes: Vicenç Altaió (1954), poeta, ensayista, traductor, crítico de arte y traficante de ideas. El libro, de una gráfica brillante (a cargo de Claret Serrahima y Daniel Ayuso), ensaya sobre los polisemitismos en el sector cultural. Leemos el proceso de pérdida gradual de la credibilidad hacia el arte. Altaió, ojo interrogador, atento a las palpitaciones, no se recluye en la biblioteca, recoge datos, redacta y recopila textos: el punto de vista es el de un protagonista radical, testigo directo de unos hechos vividos, digeridos, rebelados y sacudidos. Estamos en una frontera de cruces y callejones sin salida pero también en la curva mental de la escritura de la luz (sin lanzadora) que todo lo salva.
El lenguaje es el del arte, abierto, transformador y libre. Sin totalitarismos, fronteras ni sentidos únicos naturales o impostados. O impuestos. Con cada libro muere una dictadura, y con este el poeta explora, como el 'Viajero ante un mar de niebla' de Friedrich, la identidad, la música, la fotografía, la provocación, Barcelona, internet, la locura, la comida, o el Arte del Gusto del Ojo. "Hacer ver que no sabes, como un mago, y deslumbrar, como hermano de los artistas": este es el gran viaje de Altaió, del gesto anónimo al universal (como Miró). Al final de cada texto, el traficante nos regala unas líneas, para huir del libro tradicional y para que completemos el saber -si es que tenemos algo que decir -, tomemos notas de memoria y hagamos de la bitácora un decir progresivo. Sin firma.