Enric Casasses
1984 Poesia
144 pág. 15 €
Casasses escribe versos llenos, preñados. Sonoros pero no vacíos: la poesía popular es la fuente primera. Como el amor, la base de 'T'hi sé', un libro de versos que no lo parecen y otros que lo son. La inspiración vive en el cerebro, baja por el brazo y sale por los dedos: "El poeta no fingeix dolor,/la dolor si de cas se la inventa". Si 'Calç' respiraba el verso vinyoliano y 'D'equivocar-se així' destilaba Max Jacob, 'T'hi sé' es la "barreja de ganes amb games/apetit i esperit", una alianza de Paganini, rock y country, y de los leales vanguardistas y trovadores. En la 'Oda I', Horacio le pide a Apolo no llevar una vejez torpe ni carente de cítara.
Casasses no tiene edad: encabeza el libro con un dibujo suyo y una rúbrica en latín; ¡la cítara que no falte! Respuesta que preguntan y horas que sufren de metamorfosis. La pintura y la música atonal son el descubrimiento de terrenos nuevos, de escaleras juguetonas, de lenguajes de fuego: "Dibuixant un minut/dura molt més que escrivint".
Poemas al progreso y a los meses del año, a la 'wilde side', al no ser. Poemas a ti, al poema, al pueblo de al lado, a las ecuaciones de segundo grado. Versos que se hacen canción. Odas a la luna y al follar, al sufrimiento: "Penso, ergo miolo". ¿El amor no puede ser dicho? Casasses lo hace: "seré/de tan /meravellat/de no/ser-hi sol/de saber-t'hi". No todo el mundo conoce los "mediodías de la belleza" ni ha visto las "humanidades salvajes" que brillan en el bosque. Pocos diferencian la tristeza, el dolor y la pena. Y nadie como él te sabe decir que "ets calenta/com el ritme/dels batecs/als polsos/del nadó".