Bar Pastís
Al final de la Rambla ya no hay marineros tatuados y blanquecinos, pero persisten las prostitutas y sus miserias. Pisando los talones del detective más negro de la literatura española, Pepe Carvalho, vamos a parar a uno de los últimos bares bohemios de Barcelona. Carvalho decide ahogar las penas con absenta, pero aquí la bebida tradicional es el Pastís. La música, al igual que el líquido anisado, suele ser francesa. El Pastís abrió las puertas a mediados de los años 40 y las paredes están repletas de recuerdos. Una de sus singularidades es la señora de cartón con zapatos de aguja rojos que mira al personal desde uno de los rincones.
TATUAJE
Manuel Vázquez Montalbán
José Batlló editor, 1974.
Planeta también sacó una edición del libro en 2004.