Jordi de Manuel
Columna
206 pág. 19,90 €
Como a 'La decisió de Sophie', 'La decisió d'Anne', 'La decisió de Brandes' y otros, a 'La decisió de Manperel', XXIIIé Premio Pin i Soler, De Manuel enfronta nuestra dualidad: corazón y razón, arte y ciencia, instinto y reflexión.
Perelman, el matemático ruso que huyó tras resolver la conjetura de Poincaré, ha inspirado el autor para crear un científico Frankensteiner. Las cintas grabadas de un muerto, su padre, le obligarán a replantearse lo. Novela de paisaje y personajes, 'La decisió de Manperel' es puro ártico, tundra, isla del mar de Barents. Clima y entorno, de hecho, cuentan tanto como la madre, como el cartero, como el perro Grisha. Y todo, tanto como el título. La atmósfera es cosa de ciencia, pero también de literatura. Autor de género negro –creó el inspector Sergiot– y también de parte de la mejor ciencia ficción en catalán, De Manuel ha dado un paso: vuelve a hibridar, pero ahora en reflexivo. Medio filosófica, medio científica, medio fantástica. Sólo lo ha dicho, hasta ahora, el gran Munné-Jordà, pero uno de los secretos de este libro es la combinación del ilustrado Manperel y el cartero-cazador Botonov. El sabio y el salvaje, vaya (Katzantzakis, Skármeta, Arseniev). Los dos humanos que llevamos dentro, puestos de nuevo a decidir.
Discover Time Out original video