1. Gastronomía y cócteles con mucha altura
¡La 26a planta del hotel W Barcelona será el alma de la fiesta todo este verano! Se inaugura NOXE el 1 de julio: un mirador de vértigo, con vistas hacia todo Barcelona, que encapsula un bar de cócteles, un restaurante japonés y un espacio de ocio nocturno con djs nacionales e internacionales. La decoración, mimada hasta el extremo, está firmada por el estudio internacional de interiorismo Black Sheep, inspirada en el fondo marino, el modernismo catalán y la aplicación de la biomimètica del arquitecto catalán Antonio Gaudí.
Arte y elegancia que se extienden hasta la nueva carta del restaurante japonés creada por el chef nipón Azumasong, un verdadero gurú de la gastronomía japonesa y del estilo de cocina creativa 'omakase' -en español, 'la elección del chef'.
Si no os llama la cocina japonesa y sois de los que aman la cocina mediterránea por encima de todo, también podéis pasar una velada gastronómica de primera en el mítico Fire, el restaurante insignia de la casa. Una apuesta culinaria a base de brasa y parrilla con resultados tan carismáticos como una remolacha asada con ciruela asada, queso Idiazábal, vinagreta de naranja y pistacho o principales tan refrescantes como el bogavante a la brasa con salsa de cítricos.
Gastronomía y noches de altura que también podéis experimentar con su bar de cócteles y aperitivos mediterráneos como dios manda, el Salt Beach Club, encima de la playa ¿Un posible escenario? Tomando un exótico cóctel de zumos naturales Sunlight Dream, con una Bomba de la Barceloneta... ¡Os explotará la acabeza de tanto placer gustativo!