Más que un hotel, esto es un sueño de piedra y verdor: Mas de Torrent es una masía del siglo XVIII que en 1988 fue reconvertida en hotel de lujo. Tú vas disfrutando del paisaje Tolkeniano del Empordà, y de repente emerge este domo del lujo. Pero no lujo 'bling-bling' o llamativo, sino lleno de serenidad y calma. En 2019, Único Hotels reformó y actualizó el complejo hotelero, que se incorporó al exclusivo sello Relais & Chateaux. El hotel ha conservado su fachada y un interior inmaculado de bóveda catalana y suelos con baldosa de adobe hechos a manos. Si sube al segundo piso, encontrarás murales con escenas catalanas de Josep Maria Sert. Este es un lugar para desconectar, si te lo puedes permitir: hay una piscina, claro –¡muchas suites tienen piscina individual!– y justo enfrente del edificio principal se esconde un spa de 600 m2, con piscina climatizada, cuatro salas de tratamiento, sauna seca y hammam, sala de fitness y circuito de aguas.
De la cocina se encarga Ramon Freixa, que ha vuelto a casa a ejercer «la cocina del Empordanet, la que describieron tan bien Pla y Luján, puesta al día», explica. Comer en cualquiera de los dos restaurantes del hotel es un festival: en el gastronómico, encontrarás un menú degustación (entrante, dos platos principales, selección de quesos y postres) con platos como chipirones rellenos con chanfaina o fricandó de ternera de Girona con setas (recuerda que Freixa es un crack del binomio tradición-modernidad, que hace años que se marchó de Barcelona). El restaurante de la piscina también es una delicia: cocina a la brasa, donde la leña añade un toque delicioso a preparaciones como una escalivada con anchoas, tan fresca y matizada de sabores como potente, o unas costillas de cordero a la brasa de tamaño y sabor lujurioso: una escapada gastronómica ideal para conocer bien la cocina del territorio.