El Mandarin Oriental, presente en más de 25 ciudades de todo el mundo, cuenta con un exclusivo SPA donde encontrarás una piscina interior de 12 metros, una sala de vapor oriental, una zona de relajación en la azotea con una piscina al aire libre y una larga y cara, lista de tratamientos de belleza no aptos para todos los bolsillos. Si eres uno de los pocos afortunados que puede ir, aprovecha bien este idílico paraíso.
Por no hablar del apartado de restauración, al alcance de todo el mundo que se lo pueda permitir: el excelso Moments, dos estrellas Michelin compartidas entre Carme Ruscalleda y su hijo Raül Balam, y Blanc, la visión de Ruscalleda de lo que debe ser un buen restaurante de hotel en la élite internacional, con toques de cocina catalana. Y no os olvidéis de Banker's Bar, una de las mejores coctelerías del estado.