1. Cotton House Hotel
Despertarse para volver a la rutina será un placer disfrutando de un imponente brunch en el Restaurante Batuar del Cotton House Hotel, entre sofás y mobiliario que son de lo más cómodos y bonitos, haciendo honor a los orígenes del hotel, la antigua sede de la Fundación Textil Algodonera. Si lo preferís, podéis pasar a la terraza para comer rodeados de un frondoso jardín. El lugar es una joya por dentro y por fuera: un emblemático edificio del siglo XIX de estilo neoclásico ochocentista que es todo un referente en la ciudad de Barcelona. La propuesta gastronómica combina ingredientes frescos y de máxima calidad, y es un macramé de opciones y contundencias, que va desde platos con huevos de granja, carnes curadas y pescados frescos, hasta opciones dulces y saludables.