En una masía con más de 600 años de historia, al lado del río Ter y entre campos y montes, este hotel rural ofrece descanso, tranquilidad, contacto directo con la naturaleza y confort. Trato familiar y posibilidad de realizar múltiples actividades en los entornos, dispone también de piscina, bar-restaurante y una agradable sala para leer y descansar.
Es uno de los alojamientos con más encanto de Cataluña, y desde sus habitaciones podréis disfrutar de vistas a la montaña. El baño privado está totalmente equipado con ducha, secador de pelo y artículos de aseo. Las habitaciones también tienen minibar y televisión.