Sabastián Moreno. Chile, 2006. VE. 80 '.
Durante el régimen de Pinochet, un variado equipo de periodistas fotografiaba la gente y la confusión que se vivía en Chile desde muchos puntos de vista diferentes. En las calles, en medio de disturbios y de protestas sangrientas, estos intrépidos fotógrafos aprendieron el oficio y crearon su propio lenguaje. Para ellos, hacer fotografías era una forma de ser libres, una alternativa para mantenerse vivos, una manera de ser más que un simple espectador y convertirse en un actor esencial. Pinochet tenía el poder y las armas, pero estos fotógrafos tenían las ópticas y los flashes. Sus cámaras eran las armas de la gente. Vivieron peligrosamente para explicar qué pasaba en el Chile de la dictadura.