Albert Solé. España, 2013. VC. 78 '.
En 1986, cuatro científicos catalanes llegaron a la Antártida y plantaron su tienda de campaña en la isla Decepción. Querían forzar al Estado español a vincularse al tratado antártico y poner una base de investigación permanente. El líder de la expedición, el doctor Antoni Ballester, sufrió un ictus, lo que obligó Josefina Castellví dirigir la minúscula instalación en una época de recursos limitados. Después de jubilarse, hace veinte años, la oceanógrafa decidió que volvería a la Antártida, el paraíso perdido de los años más intensos de su vida. El año del 25 aniversario de la creación de la base española, preparó su viaje de despedida del continente blanco. Este año Josefina Castellví ha recibido el premio Catalán del Año.