Woody Allen. EUA, 1998. VOSE. 115'.
Una mirada sin piedad a la fama y las ansias de popularidad, cueste lo que cueste, en el mundo de hoy en día. Una película rodada en un blanco y negro impecable –que Allen no utilizaba desde 'Sombras y niebla'– y servida por Sven Nykvist –que no trabajaba con el cineasta desde 'Delitos y faltas'. Como es habitual en Allen, las situaciones y los diálogos son brillantes.