1. 100 años de cine amateur en Cataluña
Fue el 28 de febrero de 1924: ese día nevó abundantemente en Barcelona, y José Errando Ylario –un hombre ajeno al cine, ya que trabajaba en bolsa, pero disponía de una cámara– decidió grabar lo que veía. Esta cinta, que todavía se conserva, tiene un valor importante en un sentido: fue la primera vez que un aficionado rodaba en celuloide algo cotidiano, al igual que lo habían hecho los hermanos Lumière algo menos de 30 años antes. Así nació el cine amateur en Catalunya, que ha continuado desde entonces sin interrupciones (incluyendo la Guerra Civil). Aprovechando el centenario, la Filmoteca mostrará sus archivos con cintas datadas entre 1924 y 1939, con el acompañamiento de una exposición comisionada también por Enrique Fibla Gutiérrez e Ignasi Renau.