FC Barcelona vs. RCD Espanyol
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Rivalidades deportivas barcelonesas

Barça y Espanyol sí, ¡pero hay muchas más!

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Las rivalidades, bien entendidas, son la salsa del deporte. Vaya, olvidándonos siempre de los malos rollos y los enredos y abrazándonos a unos duelos que sacan lo mejor de nosotros mismos. ¿O no? Ahora nos diréis que os lo pasáis mejor jugando contra una banda a la que superáis con los ojos cerrados que enfrentándoos a vuestro enemigo más temido. A nosotros nos encanta vernos las caras en el campo o en la grada con aquel equipo que nos saca de quicio pero que, a la vez, nos obliga a mostrar nuestra mejor versión. Repasamos rivalidades deportivas 'made in' Barcelona.

Barça - Espanyol

Para muchos es LA rivalidad. Barça y Espanyol se enfrentaron por primera vez en 1900, poco después de que se fundara el club blanquiazul. Eso sí, las diferencias entre unos y otros han ido transformándose a lo largo de los más de 100 años que dura una enemistad que sigue muy viva. Los más jóvenes tenemos un recuerdo imborrable: el Tamudazo. El 23 del Espanyol 'dejó' sin liga a un Barça que no hizo antes el trabajo que le tocaba. Entre los aficionados... de todos los colores. Culés que no soportan al Espanyol y otros que dicen que el rival es el Madrid. En Can Perico hay menos dudas: 'al Barça ni agua'.

Sants - Europa

"El rival por antonomasia es el Europa. De hecho, después de la fusión y una vez constituida la U.E. Sants el primer partido amistoso que se jugó fue contra el Europa", dice Montserrat Dot, primera mujer en formar parte de la junta del Sants. Los blanquiverdes y los escapulados, unos en Sants y los otros en Gràcia, firmaron una de las rivalidades más acérrimas –y sanas– de la primera mitad del siglo XX en el fútbol barcelonés amateur. Ahora, los antes inquilinos de Magòria sueñan con volver a Tercera y revivir unos derbis calientes pero también entretenidos.
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Europa - Sant Andreu

Los escapulados no tienen uno, sino dos rivales en el punto de mira: el Sant Andreu, otro histórico del fútbol catalán. "Es una rivalidad que, en mi opinión, además de sana, tiene un componente histórico: son la Vila de Gràcia y el pueblo de Sant Andreu de Palomar. Te ayuda a conocer la historia de la ciudad de Barcelona y tiene ese toque romántico del seguidor de fútbol de su equipo de toda la vida, de antes de que el deporte se masificase tanto. El día en que se enfrentan, es bonito ver en la ciudad camisetas cuatribarradas y escapuladas en vez de las del Barça", explica Xavi Rodríguez, periodista y seguidor de los cuatribarrados. Una visita al Narcís Sala o al Nou Sardenya en un Europa - Sant Andreu es un ‘must’ para cualquiera que defienda el fútbol de siempre, son dos de los equipos que más masa social reúnen.

Martinenc - Horta

Martinenc y Horta son los clubes más potentes del distrito de Horta-Guinardó. Jugadores y aficionados viven a poco más de un par de paradas de metro, se encuentran, se ven y en el Feliu y Codina y en el Guinardó se dejan la voz para animar a los suyos. "Son dos clubes históricos de la ciudad que se han enfrentado mil y una veces y que tienen el plus de compartir distrito. Ahora, en el ámbito deportivo, el Horta está unos escalones por encima fruto de un proyecto más sólido y de un presupuesto más generoso", puntualiza Sergi Ruiz, periodista que ha cubierto durante años la información deportiva de Horta-Guinardó.
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JAC Sants - BAM

Pasamos a la pelota naranja y a contar en triples y tiros de dos. En Barcelona también se bota con fuerza y ​​entre los diferentes barrios late más de una rivalidad. En Hostafrancs se ubica el Basquet Ateneu Montserrat (BAM) y en Sants el JAC. Ahora los séniors no comparten categoría pero la rivalidad se sigue respirando en las calles del distrito. "Cuando jugaba en el JAC en el mini siempre era importante enfrentarnos al BAM: era el derbi. Nos enfrentábamos en la pista con muchos compañeros de escuela que, en este caso, se convertían en rivales", recuerda Roger Grimau, ex jugador del Barça y ahora, entrenador del primer equipo del JAC Sants.

Sant Ignasi de Sarrià - Casp

Ambos son jesuitas pero, también, se han convertido en rivales en la pista de baloncesto. Era sobre todo en los años 70 cuando en los derbis entre Sant Ignasi y Casp saltaban chispas. Unos eran los pijos de la parte alta de Barcelona y los otros eran los progres. Chocaban y presumían orgullosos de su papel. Ahora esta enemistad ya ha quedado un poco atrás pero los más mayores de la clase aún la recuerdan.
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Borinots - Castellers de Barcelona

En el mundo 'casteller', aunque compiten contra ellos mismos, la rivalidad también existe. En las plazas barcelonesas los primeros en comenzar a subir pilares y castillos con 'folre i manilles' fueron los Borinots de Sants y los Castellers de Barcelona. Se entiende, pues, que la rivalidad exista. Ahora son ya seis los grupos que cargan y descargan y buscan llegar a la gama extra.

Barcelona Eagles - Wyverns

Los Egales fueron los pioneros, los primeros en coger la quaffle, buscar la snitch y fundar un club de Quiddicth en Barcelona. Alex González vistió primero la camiseta blanca y azul de los Eagles pero, después, creó un nuevo equipo: los Wyverns. Vestidos de verde, al estilo de Slytherin, entrenan cada domingo en el Besòs con anillas que han hecho ellos mismos con pvc. Son los dos equipos de la ciudad, los jugadores se conocen, han compartido escobas y se nota. Quieras o no, cuando se encuentran, los partidos siempre tienen un puntito más de emoción.
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DiR y CEM

Los Centros Deportivos Municipales hace años que se han puesto las pilas y están a la altura de los gimnasios más completos de Barcelona. La pregunta es fácil, ¿sois de DiR o de CEM? Es como elegir entre la Nutella y la Nocilla o el Cola Cao y el Nesquik, una vez te sacas el carnet de uno es como si te lo hubieras tatuado en el corazón. Nosotros os recomendamos que, antes de elegir, probéis ambos. Una vez vistas y exprimidas las instalaciones, poneos la camiseta de uno y no os la quitéis.

Aguas y Diagonal

En este caso, la cosa va de rutas y runners. Si hacemos un top3 de itinerarios favoritos donde salir a correr, el Paseo de las Aguas y la Diagonal se pelearían hasta el infinito por el número 1. Ambas tienen amantes y detractores. En las Aguas nos olvidamos del estrés de la ciudad, respiramos un poco mejor y pisamos algo parecido a la montaña. Pero ir en transporte público hasta allá es prácticamente una odisea. Y si subimos corriendo… ya se convierte en una salida de más de dos horas. ¿En la Diagonal? Coches, semáforos, ruido, una multitud de gente y 'planismo' elevado al cubo. Eso sí, bien comunicado y cómodo. El amor a una u otra ha creado dos tipos de corredores preparados para defender su preferida hasta donde sea necesario.
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