Petanca

Petanca en Barcelona

Lanzad la bola y acercaos al objetivo

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24 personas jugando y 28 más por los alrededores mirando y esperando. Es una mañana de miércoles y los que no tienen una bola en la mano y hacen cola están deseando que llegue su turno para jugar... a petanca. Y no, no son todo jubilados ni hipsters. Jóvenes y mayores, un grupo de unas 50 personas de entre 22 y 80 años se encuentra día sí y día también en las pistas del Parque de la España Industrial para tirar y acercarse lo máximo posible al boliche. "Por las mañanas reunimos a gente más mayor que representan la vertiente de ocio y de recreo de la petanca pero también a algunos más jóvenes que compiten federados y que vienen, también, los martes y jueves por la tarde a entrenar. Son la rama de competición", nos explica Jonathan Ferrari, presidente del Club Petanca Sants.

Que no es un juego sólo de abuelos, ¡vaya! Nos queda claro desde el minuto cero y nos lo repiten una y otra vez. "Los jugadores más buenos del mundo son muy jóvenes, encontrarás pocos de más de 40 años que compitan a alto nivel", nos dicen. La petanca es intergeneracional y una visita a cualquier pista de la ciudad es la mejor muestra: puede jugar cualquiera. Pero, ¿cómo? No es sólo tirar una bola y punto. Requiere técnica, concentración y mucha táctica.

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Se puede jugar individualmente o en equipos de 2 o de 3. Eso sí, el trío es lo que más se lleva y cada jugador adopta una posición: de apuntador, de medio o de tirador. El primero abre el juego y tiene por objetivo acercarse lo máximo al boliche. ¿Eing? Aquella bolita pequeña –de madera– que se tira primero y que se convierte en objeto de deseo de todos los jugadores. "Va, juguemos una partida". Moneda al aire, sale cara y empezamos nosotros. Jonathan coloca el boliche haciéndolo caer a unos siete metros de nosotros: "Puede quedar a una distancia de entre 6 y 10 m. Tienes que saber cómo es más fuerte tu equipo: si jugando corto o largo y qué se le da peor al rival". Nos dejan dos bolas –anti oxidables, lisas, con matrícula y de 690 gramos... ¡es todo un mundo!– y ponemos los pies dentro de un círculo que se coloca en el suelo. "Como estás empezando prueba de jugar más bien a ras de suelo. La mayoría de practicantes que llevan un tiempo, sin embargo, la juegan muy alta para que caiga casi como un peso muerto". Es turno de los rivales: deben colocar una bola aún más cerca del boliche que la nuestra o seguir tirando hasta que las agoten. Según como vaya la partida, nuestro medio buscará acercar una bola más al preciado premio de madera y el tirador tendría por misión alejar las del rival. "Es un juego muy táctico. Hablamos entre nosotros para ver cuál es la mejor opción. A veces es atacar, otras defenderte... incluso, según cómo, el objetivo puede ser sacar el boliche de la pista".

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Cuando los dos equipos hemos agotado nuestros lanzamientos y todas las bolas están en el campo es hora de contar puntos: ellos tienen dos más cerca del boliche... dos puntos. "La partida termina cuando se llega a los 13. Es como el tenis, nunca sabes cuánto puede durar un partido, depende mucho del nivel de unos y otros". ¿Lo más curioso? Ver como sacan un metro para descubrir qué bola está más cerca o las posturas que adoptan para lanzar: una mano detrás, la otra delante, agachados, haciendo un balanceo... ¡y a volar!

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"Yo empecé a jugar en el camping". Es la respuesta de la mayoría cuando se les pregunta por qué cogieron la bola por primera vez. Juan tiene 22 años y llegó al mundo de la petanca a través de los amigos hace poco más de un año y medio. Dice que empezó tarde. Repetimos, ¡tiene 22 años! "Los que dicen que es un deporte de viejos son unos ignorantes y no se han acercado nunca a ver un partido ni un entrenamiento", nos advierte Espinosa. Él ronda los 70 y pisa campos desde hace más de 50. Es una eminencia, jugaba cada día –ganándose alguna pelea con su mujer– y es como se siente más feliz. "El día que tenga que dejar de jugar ya me puedo morir".

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En la España Industrial se ubican cuatro pistas. Dos con muchas piedras, una medio-medio y otra con mayoría de arena. ¿Qué va mejor? "Cada equipo adapta la pista a su estilo de juego. Si tiras por abajo te va mejor que no haya piedras porque así se desliza más. En cambio, si eres más de hacerlo por arriba... ayudan. Vaya, en la liga, jugar en casa tiene su ventaja y es importante ganar y que se queden los puntos aquí".

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