Animadores: pompones, faldas cortas y 'dame una A' como cántico principal mientras animan al equipo de fútbol americano de turno. ¡Mec! Huid de los tópicos de las películas y series norteamericanas y rascar un poco. El 'cheerleading' nació en Estados Unidos con el objetivo de animar al equipo y al público pero, pasado un tiempo, surgió una versión competitiva: el All Star Cheerleading. No son los animadores de nadie, ¡son el equipo! Entrenan y trabajan a lo largo de todo el año para competir. Son auténticos atletas.
En BCN Cheer cuentan con seis equipos: tres sénior, de nivel 1, 2 y 3 y un juvenil de nivel 1, además de un grupo de Cheer Pomp –sí, cheerleading con pompones– y el mixto que está en camino. La rutina habitual de un sénior avanzado es entrenar cerca de dos horas, dos días a la semana. Primero, hacen una preparación física de una hora larga y, después, practican secciones de la coreografía, sobre todo portés y pirámides. "Normalmente, marcamos alguna sección y las otras las hacemos y lo pasamos entero una vez o dos. Es muy intenso pero deben aprender a saber cuándo respirar y estar preparadas por si les toca hacer una figura al final de la rutina. También tienen que saber caer bien, como palos, para que los compañeros puedan cogerlas y nadie se haga daño", puntualiza Lázaro.
Pirámides, portés, lib, flyers, bases, back spotters... como todo deporte, el All Star Cheerleading tiene su propio idioma y, en las instalaciones de Eports UB donde entrenan las de Boy y Lázaro, oiréis hablar bastante en inglés. "Nos gusta mantener las palabras clave originales, marcamos los pasos al ritmo de one, two, three, four... Si un día viene un entrenador de fuera o vamos a hacer algún workshop en el extranjero es mucho más fácil entenderlo todo". De hecho, este mismo año, un técnico de Estados Unidos se acercó para ayudarles a montar una coreografía y, en verano, participarán en dos competiciones en Inglaterra: en Liverpool y en Bournemouth.¿Y como terminan en BCN Cheer? Por el boca a boca, por amigos... algunos vienen de la gimnasia o de la acrobacia o, simplemente, buscan un día 'cheerleader' en google y las encuentran. "Quizás es porque, prácticamente, vi nacer el deporte aquí en Barcelona pero estoy completamente enganchada, siento mucha pasión. Trabajas para el equipo. En Europa todavía es pequeño y hay un ambiente muy chulo, no hay tanta rivalidad y la competitividad es muy sana", confiesa Lázaro.
Enmarcado dentro de la Federació Catalana de Balls Competitius, el All Star Cheerleading apuesta por los saltos, las volteretas o el baile pero siempre con la seguridad en mente y en equipo: a la hora de animar y competir, todos los que pisan la moqueta son importantes, no hay suplentes.Discover Time Out original video