Vistas
Las Aguas o los búnkeres del Carmel no tienen la exclusividad en materia de vistas. En Montjuïc el espectáculo también es de traca: a ratos disfrutaréis del skyline de Barcelona, más adelante de Collserola y, también, del mar de la ciudad. ¿No os lo creéis? Subid un día hasta el Castillo de Montjuïc y haced una pausa a coger aire en los bancos de madera que descansan en uno de los mejores miradores de la ciudad: veréis el puerto como no lo habíais imaginado. ¿Un consejo? Pasad para decirle adiós al sol, al atardecer.