Parece que todos los sistemas complejos evolucionan a partir de unas pocas reglas sencillas. Y con este pensamiento, desplegamos pautas de juego y probamos de existir juntos. Partiendo de la idea de entramado y del sonido de las cuerdas, habitamos el movimiento que comienza a las manos: darnos las manos, cogernos, sostenernos... Para trazar una partitura física de interdependencias y confianza mutua; de acuerdos pero también de disensiones, de equilibrio compartido, de afinación y de desórdenes, de cuerpos que se repliegan sobre sí mismos y cuerpos que se despliegan en movimientos colectivos. Una partitura sobre el grupo, sus aristas y sus derivas.
Concepto y coreografía: Roser López Espinosa. Creación y danza: Nora Baylach, Roberto Provenzano, Magí Serra, Anamaria Klainšcek, Noé Ferey.