Acercamiento feminista al arquetipo cristiano de María Magdalena. Bárbara Sánchez parte de lugares aparentemente tan diferentes como la cultura valenciana del 'bacalao' y la idea mística del éxtasis y encarna la figura de La Gran Amant. Como en toda práctica mística, el objetivo aquí es la unión, la disolución definitiva de la distànica. Ya no queda espacio para la ironía, el sarcasmo y mucho menos para la autorreferencia. María Magdalena es la loca ejemplar, capaz de vaciarse para encarnar al Amado, capaz de destrozar cualquier institución patriarcal para afirmar su Amor Infinito.
Dirección, coreografía e interpretación: Bárbara Sánchez. Dramaturgia: Jaime Conde-Salazar y Bárbara Sánchez.