1. Pasionaria
    © Alex FontPasionaria
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Reseña

Pasionaria

4 de 5 estrellas
  • Danza
  • Crítica de Time Out
Andreu Gomila
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Time Out dice

"Si algo es del todo nuevo es de algún modo invisible", dejó escrito Borges en algun sitio. Y eso es lo primero que me viene a la cabeza después de ver el vuelco gestual radical que ha hecho La Veronal de Marcos Morau con 'Pasionaria'. El fondo es el mismo, una cierta estética de la desolación, de la deshumanitació, que ya estaba en 'Voronia', pero aquí se expresa de una manera muy diferente. La ligereza, la sincronía, la longitud, la perfección, que había alcanzado su lenguaje se ha transformado en movimientos espasmódicos, de corta duración, que laten como el aleteo de una mariposa.

Y, de entrada, esto provoca una cierta estupefacción, acostumbrados a lo que conocíamos. Sorpresa. Pero cuando entran en juego todos los bailarines, encontramos huellas antiguas, caminos trillados, que nos ayudan a reconocer La Veronal de antes al tiempo que empezamos a sentirnos atrapados por lo nuevo e invisible, el cuerpo como herramienta de expresión, como vehículo para trasladar una idea del mundo.

Morau nos presenta una distopía, con estética de los años 50 del siglo XX, camino del 'Brazil' de Terry Gilliam, con la música de Hans Zimmer en 'Interstellar'. En 'Pasionaria' no hay personas, sino replicantes, seres humanos planos sin ningún sentimiento visible. Por momentos, sentimos angustia. Y su movimiento es una fiel reproducción de un pensamiento oscuro. La melancolía de un universo anterior está fuera, en la música que oímos. Dentro, todo es tristeza.

Dirección: Marcos Morau. Coreografía: Marcos Morau con la colaboración de los intérpretes.

Detalles

Dirección
Precio
22 €
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