Propuesta escénica multidisciplinaria del bailarín Miquel Barcelona que tiene como eje expresivo la danza contemporánea y dialoga con la música electrónica, la voz, la luz y la teatralidad. El espectáculo toma como referente el cuervo, el pájaro omnívoro y carroñero más presente en la mitología y las artes. Asociado con la muerte, se le atribuye un papel mediador entre el mundo terrenal y el mundo espiritual.
Dirección, investigación, concepto: Miquel Barcelona. Composición coreográfica: Miquel Barcelona e intérpretes. Composición musical: Carlos Martorell. Intérpretes: Miquel Barcelona, Helena Gispert, Martí Güell, Junyi Sun y Marc Vilajuana.