Dirección artística y coreografía: Roberto Olivan.
'A place to bury strangers' es un camino de vuelta hacia nuestra esencia. Sólo la investigación hacia el interior más puro del ser humano, de la conexión de éste con el universo, tan próxima y tan lejana a la vez, generan la verdadera felicidad. Este es el punto de partida de un espectáculo que combina organicidad con fuerza y energía, proponiendo siempre un registro fresco y emotivo en el que la danza contemporánea se expresa a través de diferentes lenguajes escénicos.