Sólo para partirse de risa con el cuarteto ucraniano Golden Star y su entrada de equilibrismo y acrobacia ya vale la pena correr a ver el nuevo show del Circ Raluy. Cuatro chicos musculados que, vestidos de bailarina, desafían la ley de la gravedad con una gracia que no había visto nunca en un circo. Impresionante. O para disfrutar de la entrada del cine con el payaso Sandro, un chico portugués que hará carrera, seguro. O la entrada de la pluma india de Rosa Raluy, que rinde homenaje a Alexander Calder y nos deja boquiabiertos.
El espectáculo de los Raluy funciona muy bien en ciertos momentos y no te deja respirar, pero al final buscas algo que ligue la mayonesa y no la encuentras. Sí, esto es el circo, una serie de números uno tras otro, pero creo que es el circo de los 80, imaginativo, y a la vieja guardia se le puede pedir más. Siempre.