Casi ningún bar catalán pone tapa con la consumición, lo sabemos. Pero lo que sí encontraremos es una cada vez mayor predilección por las cervezas artesanas. Barcelona, sin ir más lejos, se está convirtiendo en capital de la birra de autor. Si queréis romper con la rutina, probar nuevas combinaciones de fermentaciones naturales, toques afrutados, maltas dobles o tostadas intensas, podéis empezar con estas seis referencias en boca de todos.
Su sorprendente combinación de ingredientes incluye lúpulos Centennial y Fluggel, piel de naranja y manzana Golden macerada, elemento este último que le aporta su sabor distintivo. La textura que la caracteriza es ligeramente turbia, una personalidad muy definida que le confiere su fermentación natural.
Estamos delante de la rubia que puede democratizar el consumo de artesanas (de hecho, se puede encontrar sin demasiados problemas en los grandes supermercados). Su composición es fresca, un poco amarga y de toques frutales. Y, atención, ¡sin gluten! Celíacos, esta es vuestra cerveza.
Equilibrio en boca. Estamos delante de un brebaje bien compensado. Empieza por un buen cuerpo, con una espuma que merece un capítulo a parte y, finalmente, el toque de lúpulo clásico de este estilo. Los paladares más selectos disfrutarán mucho.
Hace honor a su nombre: Imperial IPA de libro, donde señorean lúpulos Simcoe y Amarillo. Especialmente indicada para los amantes de la contención ya que no es demasiado alcohólica. En materia de sabor presenta una amargor persistente y buena base de malta.
De entrada sorprende la selección de sus ingredientes: brown ale con avellanas de Alcover. ¡Y se notan un montón! A pesar de tratarse de una cerveza tostada resulta ligera. No hay que decirlo, prevalece la presencia de malta.
Si buscáis algo diferente, esta es vuestra birra ideal. Indicada para los postres: oscura como el carbón, toques de café, regaliz y licor. La botella de diseño medicinal lo dice todo en su eslogan: infalible para curar todos los males.
Tras la triste pérdida que supuso el cierre de la tienda de La Maison Belge, Henk llenó el vacío en el alma de los enfermos de las levaduras con la apertura de esta bodega con casi 500 referencias y dos grifos para acompañar su oferta de productos típicos. Imprescindible.
Tal como afirman los entendidos, la verdadera revolución cervecera reside en el homebrewing. Si disponéis de condiciones de refrigeración y el espacio necesarios, aquí encontraréis de todo para hacer birra en casa: kits de 4 litros, mezclas e ingredientes a montones, accesorios, cursos… ¡y que tiemble Mikkeller!
En el corazón de Sant Andreu, podéis disfrutar de esta bodega con más de 200 referencias, cuatro grifos y una agenda llena con sus experiencias, que incluyen monográficos de birras británicas y alemanas y una sesión de maridaje con quesos asturianos.
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