Una de las pocas actividades comerciales ligadas al puerto tradicional de la ciudad es la fabricación de maletas y baúles. El ambiente cosmopolita del barrio, a la estela del Born, y la tradición del establecimiento hacen que Casa Antich sea un lugar de referencia cien años después de su creación. Tiene firmas punteras en artículos de viaje con la característica añadida de que fabrican a medida; porque en Casa Antich tienen taller propio. Las clásicas cajas de transporte con cantos metálicos (flight cases) que guardan muestrarios, o las maletas de aluminio para material de fotografía y cine, fueron durante muchos años su especialidad.
El fundador del negocio fue el barcelonés Manuel Antich y Bacas, en 1910, y continúa a manos de sus nietos Juan y Teresa Antich. La tienda, ahora modernizada, ocupa unos porches neoclásicos junto a las Vueltas de los Encants o los Pintores. Y es que, prácticamente encima del taller de Casa Antich, tuvo un estudio Jaume Sabartés, escultor y amigo íntimo de Picasso. Espíritu de bohemia y viajeros de siglos pasados se asocian con los baúles. En Casa Antich aún se encuentran los metálicos, fabricados en Francia. Un punto de carácter aventurero en época de crucero.
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