Roger Gual, un gurmet

Dice que pronto se reconocerá que las películas gastronómicas son un género aparte, donde habrá cabida para títulos tan diversos como 'El festín de Babette', 'El cocinero, el ladrón, apoyo mujer y apoyo amante' o 'Ratatouille '. O 'Menú degustación', el tercer largometraje de su carrera, después de 'Smoking room' y 'Remake'. Pasa en un restaurante con muchas Michelin, la última noche antes de que cierre puertas.

¿Y por qué merecen un género propio, si se puede saber?
Creo que llega un momento en la carrera de todo cineasta en que tiene ganas de hacer una película con comida. A mí me gusta comer, y soy muy cocinitas. Y creo en la comida como catalizador de sentimientos. He estado viendo otras pelis gastronómicas, como 'Big night', 'Como agua para chocolate', y todas esas que has dicho tú ahora. Hay un género, no lo dudes.

Esta vez has trabajado con estrellas internacionales, como el Stephen Rea.
En el mundo hay muchos actores que están hartos de que les digan "ponte aquí y dispara una pistola". Lo que quieren es contar buenas historias. El caso de Stephen fue curioso. Quedamos en Dublín para tomar un café y hablar del guión. Y tuve que hacer una pirueta mortal para que aceptara, porque algún intermediario había metido la pata y le había dicho que yo lo buscaba para otro papel.

¿Como lo convenciste?
Le dije que lo que había pensado para él tenía más juego. Su personaje está basado en un individuo real, un hombre que recorrió la mitad de restaurantes con estrella Michelin del mundo y cuando llegó a ElBulli dejó una nota, hizo un 'sinpa', y desapareció.

Hablando de situaciones absurdas, ¿qué me dices de la orquesta del final?
Fue una bromita. Se me ocurrió una tarde en casa viendo el 'reality' de 'Alaska y Mario', y lo pusimos en marcha. Y por si fuera poco decidimos que hicieran un 'playback' de Raphael.

Volvemos a la gastronomía: ¿de dónde viene el menú que comen?
El proceso fue largo. Lo empezamos a pensar con un 'food designer' que se llama Martí Guixé, y luego se añadieron los de El Celler de Can Roca.

¿Cómo fue el trabajo con ellos?
Pusieron los ojos como platos cuando les dijimos que no sólo tendrían que cocinar el mismo menú todos los días de rodaje, sino que además tendrían que cocinarlo tantas veces como tomas tuviéramos que tirar, por aquello del 'raccord'. Pero nos ayudaron mucho. Son adorables.

¿Qué vendrá después de esto?
Pues no lo sé. Yo soy un poco como Michael Winterbottom: me gusta que mis pelis sean muy diferentes.

Él acaba de estrenar 'The trip'. También es una película gastronómica, ¿verdad?
Creo que sí, pero todavía no la he visto.