Actuar es un trabajo. Incluso en el nivel más selecto, los actores de Hollywood trabajan, aunque desde fuera no se parezca al trabajo que el resto de nosotros estamos acostumbrados a hacer. Y eso significa que, como nosotros, un actor hará algo simplemente para cobrar un dinero y después se arrepentirá.
Un ejemplo: Dakota Johnson.
Recientemente, en una entrevista con Vanity Fair, la actriz –que actualmente protagoniza la próxima adaptación de Netflix de la novela 'Persuasión' de Jane Austen– habló de la "batalla" que supuso la realización de la trilogía cinematográfica de '50 sombras de Grey' que lanzó su carrera.
La elección de Johnson y su coprotagonista Jamie Dornan para los papeles principales, junto a Sam Taylor-Wood en la dirección, dio un barniz de credibilidad a estos blockbusters de literatura fetichista. Pero el producto final estaba lleno de diálogos torpes y escenas de sexo que daban vergüenza ajena. "Firmé para hacer una versión muy distinta a la película que acabamos haciendo", dijo Johnson.
Johnson no es la primera actriz que expresa cierta vergüenza por sus decisiones interpretativas. Aquí hay otras ocasiones en las que la lista A de Hollywood ha echado pestes de su trabajo.