Nueva versión de 'Posesión Infernal'

Le buscamos la gracia al ‘remake’ de terror para acabar los días de eucaristía

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La palabra remake no es sinónimo de fiasco, pero hay que reconocer que ha hecho sus esfuerzos para merecer tal título. Quizás uno de los filmes más graciosos de la historia es aquella execrable adaptación con pecho, muslo y mascarpone que Paul Schrader hizo de La mujer pantera de Tourneur en el 82. Por el simple morbo de filmar las carnes felinas de Natassja Kinski sobre la cama de John Heard-el padre de Kevin McCallister en Solo en casa-se cargó el misterio del original, aquella sensual y sutil manera de dar miedo. A cambio, nos dejó un efecto alarmante: cuando Malcolm McDowell pasaba de bestia a hombre le quedaba el cuerpo embadurnado de unas lonchas viscosas, quizá de jamón cocido, tan curiosas como repulsivas.

No quisiera abrir una discusión sobre derechos, propiedades y moral, ni juzgar qué nivel de originalidad requiere dedicarse al cine. Pero con el estreno del remake de 'Posesión infernal' me apetece reír un poco, sin insolencia. Porque esta disciplina tiene un arte trash de feria que me tiene fascinado. Cuando tras el suicidio de Tony Scott en agosto pasado los de la Paramount cancelaron la producción de 'Top gun 2', las lágrimas fueron escasas. En especial de quienes ponían el dinero. Enseguida encontraron una alternativa mucho más rentable: 'Top gun 3D', siguiendo el ejemplo de 'Titanic', que el año pasado se llevó una monstruosa recaudación. Por lo visto, una cosa y otra eran bastante intercambiables.

Tenemos grandes promesas en perspectiva, como la nueva 'Carrie', que aquí se espera a mediados de octubre. Chloe Grace Moretz sustituye a aquella Sissy Spacek que en el año 76 fue lapidada con compresas en las duchas de un gimnasio escolar. De momento, las imágenes de promoción desprenden un ligero hedor a Kristen Stewart en 'Crepúsculo'. Brian De Palma nos enseñó que se pueden hacer infinitas marranadas con una palangana llena de sangre de cerdo, pero me temo que en este caso será más bien un bote de Titanlux. Otro título en solfa es 'The Creature from the black lagoon', clásico del cine de terror de los años 50 que será actualizado por las prodigiosas manos de Dave Kajganich, guionista de la enésima versión de 'La invasión de los ladrones de cuerpos'.

Cabe decir que al margen de estos ejemplos -alineados a otros casos como Peter Jackson y su 'King Kong on ice'- el fenómeno al alza son los remakes de películas de los 80, liderados por Van Heijningen y Gillespie , y sus respectivas adaptaciones de 'La cosa' de John Carpenter y 'Fright night' de Tom Holland. Son los hijos de los años 60, que fueron niños durante toda la década de los 70 y que en la adolescencia tardía, aquel momento en el que uno es más susceptible a los estímulos de mayor impacto, despertaron una obsesiva adoración por Wes Craven, Sigourney Weaver y los ewoks. Eran los tiempos de 'Hill street blues' y Duran Duran. Estos chicos se hicieron mayores, se buscaron unos buenos padrinos -o los padrinos les fueron a buscar a ellos- y así hemos llegado hasta aquí.

Esto del remake no sigue ningúna lógica particular. Los hay de nefastos, como el 'Karate kid' de Harald Zwart, con Jaden Smith de pequeño cinturón negro, y  brillantes como el 'True grit' que los Coen recuperaron de Henry Hathaway. Hay absurdos, como aquella copia plano por plano de 'Psicosis' que nos hizo Van Sant con tan mal criterio, y sorprendentes, como el 'Nosferatu' de Herzog. Por norma general, todas tienen un sabor simpático, una autoconsciencia paródica y un punto apasionado que hace que incluso su inconsistencia resulte entrañable. Son como los personajes del Mister Lonely de Harmony Korine, malas copias de Michael Jackson, Marilyn y Abraham Lincoln que se reunían en un castillo encantado, retirado de todo, donde podían vivir felices en su imperfección. Yo, aquí, les concedo una tregua.

Info práctica

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Posesión infernal
Posesión infernal
Mia es una joven cuya vida ha sido trastornada por las pérdidas que ha sufrido y su adicción a las drogas. Olivia y Eric, sus amigos de la infancia, la acompañan a la rústica cabaña de su familia para ayudarle a superar sus demonios.
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