Vlad Yudin. EEUU, 2015. VOSE. 110 '.
'Defínase', le preguntan a Jeremy Scott al inicio de este documental. 'Fan. Icono', dice muy serio, como si fuera en una toma falsa de 'Zoolander'. A continuación añade: 'alguien que ahora mismo suena como un idiota'. Y se parte de risa. El humor se considera sospechoso en una industria a la que le gusta tomarse muy en serio a sí misma, y quizá por eso Scott no siempre ha encajado, a pesar de su enorme éxito comercial. Parece pertenecer a una época que no conoció, cuando reinaban creadores como Ungaro, Thierry Mugler o Franco Moschino. Escogerlo como sucesor de éste a la marca italiana fue sin duda un acierto y la película capta justo sus primeros meses en la casa y lo sigue por Milán, París, Los Ángeles (su hogar espiritual) y el escenario más importante de todos: Lowry City, Missouri, la población de 640 habitantes donde nació. Su familia de granjeros del Medio Oeste aporta las claves para entender el personaje, junto con algunos de sus amigos famosos que también se dejan caer por la película, como Katy Perry, Miley Cyrus o A$AP Rocky.