Inicios modestos
Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial y Christopher Lee dejó su papel de espía (sí, si, era un espía de verdad; pero no busquéis información, las misiones en las que participó todavía son material clasificado), decidió utilizar esta capacidad innata para mimetizarse con el entorno y reconducir su carrera profesional como actor.
Debutó en el cine con un pequeño papel en 'La extraña cita' y compartió proyectos (siempre como secundario, eso sí) con grandes actores reconocidos. Entre otros, compartió escena – una, concretamente, la que veis en la foto– con Laurence Olivier en la adaptación cinematográfica de 'Hamlet' de 1948 que dirigía el propio Olivier. Su carrera siguió siendo secundaria hasta que entró en la Hammer, productora de cine británica enfocada al cine de terror.
De esta primera etapa podemos destacar 'El hidalgo de los mares' (1951) de Raoul Walsh con Gregory Peck y Virgina Mayo y 'Moulin Rouge' (1952) de John Huston con José Ferrer y Zsa Zsa Gabor.