5 ideas para generar los mínimos residuos estas fiestas

Son pequeños gestos que lo cambian todo. Estas ideas os servirán para reducir el desperdicio durante las fiestas de Navidad, pequeños pasos hacia un mundo más sostenible que conviene mantener también durante el resto del año
Foto: Shutterstock
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Time Out en colaboración con Generalitat de Catalunya
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Desde un punto de vista ambiental, y como dice la Agència de Residus de Catalunya, el mejor residuo siempre es aquel que no se genera. Por eso, lo mejor que podemos hacer tanto durante Navidad como el resto del año es, simplemente, minimizar la cantidad de residuos que generamos en nuestro día a día, tanto a la hora de escoger los productos que compramos como los materiales con los que están hechos, los embalajes, de dónde provienen, los comercios donde los adquirimos...

Esto no quiere decir que tengamos que renunciar a los placeres de regalar y de que nos regalen, de cocinar para nosotros y para los nuestros ni a ningún otro lujo hedonista típico de estas fechas en las que parece que, por fin, todo está permitido. La realidad es que si dedicamos solo unos minutos a planificar y diseñar bien pequeños gestos cotidianos que, juntos, pueden cambiarlo todo contribuiremos a reducir residuos y luchar contra el desperdicio en nuestro día a día. ¿Y si aprovechamos la Navidad para cambiar el chip medioambiental y lo dejamos instalado ya durante el resto del año? ¡Os explicamos 5 formas de hacerlo!

1. Hacer la lista de la compra

Dedicar un rato a hacer la lista de la compra, tanto para los menús diarios como para los de fiestas, nos ahorrará dinero y energía (propia y ajena). Es muy fácil ajustar bien las cantidades para no derrochar nada, utilizar el congelador para conservar los alimentos (cocinados o no) antes de que se estropeen o utilizar partes de los alimentos que normalmente tiramos, desde los tallos del brócoli para hacer una crema a, pongamos por caso, las carnes que sobran del caldo para preparar croquetas.

2. Vintage y sostenible

¿Quién no tiene algún amigo manitas? Aprovechad que la Navidad es una época de generosidad para preguntarle si os puede arreglar aquellos electrodomésticos que no funcionan antes de comprar otros nuevos. ¡Quizás cambiando una pieza está todo resuelto! Otra idea si no se tiene ningún amigo mañoso es adquirirlos de segunda mano: un gesto sostenible, que permite ahorrar y que dará a vuestra casa un toque retro inconfundible. Y, sobre todo, a pesar de que la Navidad es una época que invita al consumo y al placer de regalar y de que nos regalen, es importante ser coherentes y no comprar cosas que no necesitamos (¿quién no tiene una yogurtera prácticamente nueva en el armario?).

3. Comprar con la cabeza

Una vez planificadas las compras, existen un montón de gestos para hacerlas más sostenibles. Llevar siempre bolsa o capazo, elegir en la medida de lo posible productos a granel o con un embalaje mínimo, optar por envases familiares en vez de muchos pequeños y, si es posible, tratar de reciclar siempre los envases dándoles un nuevo uso en casa son algunos de ellos. Comprar productos locales y potenciar las compras en las pequeñas tiendas de barrio es también una buena manera tanto de contribuir a la sostenibilidad como de reforzar los vínculos con la comunidad. Si sois anfitriones de las comidas navideñas, es fundamental tener también cuidado a la hora de reciclar. Aprovechad lo que sobra de las comidas (tirando, si es necesario, de congelador) y reciclad los envases y otros residuos.

4. Menos es más

A la hora de comprar juguetes, es recomendable descartar aquellos que funcionan con un exceso de pilas y baterías y elegir siempre materiales sostenibles, como la madera, antes que otros como el plástico. Reducir el número de regalos, y, por tanto, de embalajes y papeles, también es un gesto interesante que, además, servirá como aprendizaje para los pequeños de la casa. Y aunque es muy tentador tener todo lo que deseamos a un solo clic, minimizar las compras por internet también es una forma responsable de contribuir a una Navidad más sostenible. ¿Y el placer de salir de compras navideñas entre luces y villancicos y hacer la pausa de rigor para un chocolate caliente?

5. Creatividad sin envoltorios

Optar por embalajes creativos y personalizados no solo es una manera de reducir residuos, también una actividad divertida que podréis llevar a cabo solos o en familia y que hará sentir muy especial al homenajeado. También es importante descartar bolsas o embalajes plastificados y, una vez pasen los días festivos, asegurarnos de reciclar convenientemente cajas y papeles en los contenedores correspondientes y usar el punto de reciclaje siempre que sea necesario. Si cuando acaben las fiestas os saludan por vuestro nombre en el Punto Verde de vuestro barrio querrá decir que ¡habéis superado la prueba!

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